Exaltación falangista coincidiendo con el aniversario del fusilamiento de José Antonio Primo de Rivera. | Efe

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La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, ha apuntado este lunes, tras la exhumación de los restos de Francisco Franco la pasada semana, que José Antonio Primo de Rivera puede seguir enterrado en el Valle de los Caídos de «manera discreta».

«Es una víctima y podrá estar en este lugar de alguna manera, obviamente discreta», ha señalado Calvo, apuntando que puede ser «en otra ubicación». La tumba de José Antonio Primo de Rivera se encuentra delante del altar mayor de la basílica del Valle de los Caídos, mientras que la del dictador Francisco Franco se hallaba ubicada detrás del mismo altar.

La vicepresidenta en funciones ha indicando que el fundador de La Falange, fusilado en 1936, es una de los 33.000 víctimas en la guerra que se encuentra en el Valle de los Caídos. El informe que elaboraron los expertos que integraban la comisión sobre el futuro del Valle de los Caídos, por encargo del entonces presidente del Gobierno José Luis Zapatero, ya apuntaba la conveniencia de que nadie estuviese enterrado en un lugar preeminente. Pero en ningún momento se planteó la salida de Primo de Rivera del valle al considerarlo una víctima de la Guerra Civil.

En esta línea, la dirigente socialista ha admitido que el Ejecutivo «tiene muchas cosas que hacer» en el Valle de los Caídos para aplicar la Ley de Memoria Histórica y seguirá haciéndolo «de la mano» de las asociaciones memorialísticas.

Según ha explicado, los informes de los expertos apuntaron que la cuestión principal era la presencia del dictador «en una tumba que propiciaba el enaltecimiento».

Los descendientes de José Antonio Primo de Rivera no se pronunciarán sobre los restos de su antepasado hasta que el Gobierno les haga una propuesta, según informaron a Europa Press fuentes de la familia tras la exhumación de Franco. De momento, desde el Ejecutivo no se han puesto en contacto con los Primo de Rivera, según señalan las mismas fuentes que prefieren no opinar sobre la futura ubicación de los restos del fundador de La Falange.