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La bandera LGTBI ondea ya en el lateral izquierdo de la fachada del Palacio de Cibeles con motivo de la celebración de la semana del Orgullo. El despliegue de la misma ha tenido lugar a las 13 horas, pero a diferencia de años anteriores no ha contado ni con la presencia de asociaciones LGTBI ni con la de la oposición.

Han estado presentes, además de la vicealcaldesa, Begoña Villacís; el delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante; el delegado de Familias, Igualdad y Bienestar Social, Pepe Aniorte; los ediles del PP Cayetana Hernández y José Fernández (concejal de Centro), y la responsable de Coordinación Territorial Silvia Saavedra (Cs).

Villacís ha explicado ante los medios de comunicación que toda la oposición sabe que son «bienvenidos» a «todos los actos». PSOE y Más Madrid han indicado a Europa Press que no han recibido invitación, al igual que entidades como COGAM.

Todo ello en un acto precedido por cierta polémica al haber situado la bandera arcoíris en el lateral izquierdo de la fachada del Palacio de Cibeles al atender a criterios de Patrimonio para no dañar la fachada recientemente restaurada. Este jueves por la tarde se colgaba una bandera de España en el centro.

«Niego la mayor de que se ha orillado. Está en la fachada. No tiene nada que ver con ninguna petición de Vox», ha manifestado el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, tras acudir a un acto en la Universidad Francisco de Vitoria. La nueva bandera tiene 15 metros de largo por 3 metros de ancho.

Villacís ha puesto en valor que la bandera arcoíris es símbolo de que Madrid es una «ciudad libre que acoge diversidad». «Estamos en un acto de celebración y reivindicación, de muchos derechos civiles. Madrid es un de las ciudades más libres del mundo, donde podemos seguir reivindicando esos derechos, esas libertades alcanzadas entre todos, pero aún quedan muchos objetivos por cumplir», ha manifestado.

«Avanzadilla de derechos»

Tras recodar que el despliegue de la bandera es «costumbre de Madrid», ha puesto en valor que ello represente «libertad», pues la capital «ha acogido a muchísimos vecinos que han venido aquí para amar a quien querían amar, y a ser lo que querían ser». «Porque Madrid lo ha permitido, lo permite y lo permitirá, porque somos esa avanzadilla de derechos civiles y sociales, por eso estamos tan orgullosos», ha apostillado.

Ha hecho mención la vicealcaldesa a que se conmemoran los 50 años de las revueltas de Stonewall, una serie de manifestaciones espontáneas en protesta contra una redada policial en un bar de ambiente. Por ello ha alabado la acción de muchas personas «que ahora son mayores pero que empezaron a salir de los armarios con muchos prejuicios, discriminación, que soportaron el coste de lo que hoy es Madrid».

Trasladada a un lado de la misma fachada

La bandera se ha colocado en uno de los laterales cuando venía situándose siempre en el centro, donde este jueves el Ayuntamiento de Madrid decidió colgar la enseña nacional. «Se hace muy necesario reivindicar la bandera y los valores que representa», señalaron entonces fuentes municipales.

En su opinión, esta «representa la unidad, la concordia entre españoles y el respeto» a la Constitución, que es «garante» de las «libertades y los derechos», todo lo que no representa el lazo amarillo --en solidaridad con los presos independentistas--, que «divide, ofende, insulta y hace apología del golpismo». Se hizo en respuesta al lazo colocado en el Ayuntamiento de Barcelona.

Desde el Consistorio se tomó esta decisión unos días después de que Vox le reclamase que colgase la bandera nacional para demostrar que «respeta los derechos de todos». La formación dirigida por Santiago Abascal se expresó así después de que Almeida confirmase que la bandera LGTBI ondearía en el consistorio.

«En VOX no nos metemos en la cama de nadie. Si Almeida quiere demostrar que Madrid respeta los derechos de todos, al margen de su orientación sexual, que cuelgue la bandera española, que es la de todos, no la de un lobby que odia a todo el que no piensa como ellos», señalaron desde Vox.

La enseña española, colocada en el mismo lugar en la que antes figuraba la pancarta con el lema 'Refugees welcome', luce junto a la bandera LGTBI, distinta a la que se colgó durante el mandato de Manuela Carmena, confeccionada por aquellos madrileños y turistas que ataron lazos multicolores a una malla. La nueva bandera tiene 15 metros de largo por 3 metros de ancho.