Rajoy ha clausurado la cumbre de presidentes provinciales del PP.

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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha advertido este sábado de que mantener el empeño de celebrar el referéndum soberanista catalán solo provoca «ridículo» y una «tensión innecesaria en la sociedad» y por eso ha pedido a sus promotores que reconozcan de una vez públicamente que la consulta no va a tener lugar.

«Lo más sensato, lo más razonable y lo más democrático es parar; digan que no hay el referéndum que saben que no va a haber», ha dicho Rajoy a los responsables de la Generalitat, y ha subrayado que «en manos de quienes han puesto en marcha esta dinámica está «la vuelta a la normalidad, a la tranquilidad y a la ley».

En Palma, en la clausura de una reunión de los presidentes provinciales del PP, Rajoy ha insistido un día más en que «no va a haber referéndum porque ninguna democracia del mundo puede aceptar que se liquide la Constitución ni la soberanía nacional».

«Sus organizadores lo saben, lo sabían hace mucho tiempo», y «aún así se mantienen en sus trece», ha lamentado el jefe del Ejecutivo, quien por eso les ha hecho «responsables de lo que está sucediendo».

Ha recordado, entre otras cosas, que los miembros de la Sindicatura electoral dimitieron ayer para no pagar las multas que les ha impuesto el Tribunal Constitucional.

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Y sin una junta electoral, ha apostillado, «no puede haber un referéndum, podrá haber otra cosa» pero no esa consulta.

Por todo ello ha insistido en apelar al sentido común y ha recalcado que «lo más sensato, lo más razonable y lo más democrático es parar».

Y además de decir públicamente que no va a haber referéndum, ha pedido a los responsables del Govern que pongan fin a esta situación para terminar con los «acosos» a alcaldes y concejales o con las manifestaciones para «amedrentar a los jueces».

Al hablar de estas protestas, Rajoy ha señalado además que «no es de recibo que quien preside el Parlamento se manifieste ante la más alta instancia judicial», en alusión a la presencia de la máxima responsable del Parlament, Carme Forcadell, en la concentración para pedir la libertad de los detenidos del 1-O a las puertas del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).

Igualmente deben acabar, ha continuado Rajoy, las «coacciones a los medios que no piensan como ellos» o a la «manipulación» incluso de «niños"; deben terminar con el «absoluto desprecio a la ley» y en definitiva ha pedido a los promotores del referéndum que dejen de «acosar a la gente y vuelvan al camino de la ley y de la convivencia».

El presidente del Gobierno ha insistido en que la democracia española ampara a todos los ciudadanos, incluidos los independentistas, pero «lo que no ampara es el delito, la desobediencia y el abuso» y esa es «la línea roja que ni España ni ningún país del mundo puede tolerar».