En una reunión extraordinaria celebrada antes del inicio del pleno del Parlament, la Mesa ha dado así luz verde a la tramitación de la proposición de ley del referéndum de Junts pel Sí y la CUP que, previsiblemente, será aprobada este mismo miércoles y que pretende dar amparo legal a la consulta prevista para el 1 de octubre.
La portavoz de JxSí, Marta Rovira, ha apuntado en su intervención que «no es un debate de una ley más o de una ley cualquiera. Es el debate sobre el ejercicio del derecho a la autodeterminación de Cataluña», solicitando que se abra un tiempo de dos horas para que los grupos introduzcan las enmiendas a la propuesta que consideren oportunas.
Rovira ha indicado que se trata de «un ejercicio de derecho interno y está regulado por los tratados internacionales», que no elude los control de legalidad y el pleno de la cámara «es soberano y puede tomar esa decisión según el reglamento».
A continuación ha pedido la palabra la portavoz de la CUP, Anna Gabriel, quien ha remarcado que «somos un sujeto político soberano». «Queremos aprobar esta ley y que finalmente sea la gente la que pueda votar sí o no la independencia de esta parte de los Països Catalans».
Durante su turno de palabra, Gabriel ha remarcado que del otro lado «no hemos encontrado ninguna voluntad de dialogar».
«Creen que más allá de la indisoluble unidad del Estado español no hay vida ni derechos, nosotros no queremos que muera la inteligencia». «Hemos demostrado que queremos y que podemos decidir sobre multitud de cuestiones», ha descrito, lamentando la «demofobia del Estado» y ensalzando la dignidad colectiva.
Estas intervenciones han levantado un fuerte revuelo entre los grupos de la oposición, que han pedido reconsiderar la situación. Así, desde el grupo popular han manifestado que la propuesta de alterar el orden del día con esta fórmula «no cumple los requisitos mínimos para ser debatido en el pleno», como es que el texto esté «a disposición de los diputados 48 horas antes».
Por parte de Ciudadanos, el principal grupo de la oposición, su portavoz Carlos Carrizosa ha calificado de «escandaloso» que se vulneren los derechos de todos los diputados.
«La reconsideración del orden del día solicitada se basa en una iniciativa parlamentaria que vulnera los preceptos del Tribunal Constitucional». «Están intentando atropellar los derechos de todos los catalanes, suplantan la voluntad de todos por una parte de ellos». «Pretenden alterar los trámites de cualquier iniciativa legislativa, para evitar que haya un verdadero debate. Dos horas no son suficientes para derogar el estatuto de Cataluña», ha remarcado.
También han intervenido los portavoces del PSC y de Catalunya Sí Que es Pot, manifestando sus dudas de forma abierta sobre la manera en que la mayoría soberanista ha abordado la jornada parlamentaria.
Finalmente, el vicepresidente segundo del Parlament José María Espejo-Saavedra (Cs), ha tratado de tomar la palabra, algo que suscitado la crítica de la presidenta Forcadell, recordándole que estaban en el pleno y no en la reunión de la Mesa, donde ya había tenido la oportunidad de manifestar su postura, del mismo modo que ha hecho el portavoz de su grupo.
Tras este episodio se ha interrumpido el pleno para que se reúna la Mesa y la junta de portavoces, para analizar la situación y tomar una decisión. Durante más de una hora han permanecido reunidos, y cuando parecía que iba a retomarse el pleno, Ciudadanos ha forzado con una recusación otra interrupción para una nueva reunión de la Junta de portavoces.
1 comentario
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Esa admisión a trámite tiene la misma legitimidad y efecto que si la admitiese yo mismo; ¿no hay suficientes problemas en Cataluña para que esta tropa tan singular dedique su tiempo al bienestar de la ciudadanía en vez de al onanismo separatista?