El director y guionista Mariano Ozores (Imagen de Archivo) | EFE

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A sus 89 años y con 96 películas a sus espaldas,Mariano Ozores, uno de los directores y guionistas más prolíficos y rentables del cine español, y próximo Goya de Honor, sigue haciendo gala delhumorcon el que conquistó a millones de espectadores entre la década de los 50 y los 90.

«Hoy haría unapelículasobrePodemos.López Vázquezsería unPablo Iglesiasestupendo», ha afirmado este martes en un encuentro con periodistas en la sede de la Academia de Cine. «Nadie me lo va a pedir, pero sería un acierto. El pueblo se ha lanzado a la política, y eso es muy gracioso, es para partirse de risa», ha añadido.

Cuando el próximo6 de febrerosuba al escenario a recoger elGoyaa toda su trayectoria, Ozores tendrá un recuerdo especial para todos los grandes actores con los que ha trabajado.

López Vázquez, pero también Alfredo Landa, Gracita Morales, Concha Velasco o Florinda Chico, sin olvidar al trío formado por Fernando Esteso, Andrés Pajares y su hermano Antonio Ozores, con quienes se lanzó de lleno a la época deldestape.

«Me recuerdan ratos muy agradables», ha subrayado el autor de títulos como «Operación secretaria», «Los bingueros» o «¡Que vienen los socialistas!».

«Nos divertíamos mucho en los rodajes; yo siempre decía lo mismo antes de empezar: «Vamos a hacer unapelículay de paso vamos a divertirnos». Y nos divertíamos», ha señalado.

El otro guiño lo ha lanzado al público, que acudía en masa a ver sus películas. «Elpúblicoes todo lo que soy y todo lo que fui, a élle debo todo. Se hace cine para el público, no para satisfacerse uno mismo», ha dicho el cineasta, hijo, padre y hermano de actores.

Otra cosa ha sido la crítica. «Nunca me ha tratado bien», ha reconocido. Con una excepción, ha apuntado una periodista en la sala: el drama de ciencia ficción «La hora incógnita», que justamente se estrelló en la taquilla.

«El título original era«Dios eligió a sus viajeros», pero la distribuidora me dijo que la palabra «dios» no era rentable y lo cambió», ha desvelado Ozores.

De la experiencia aprendió algo importante: «Que no hace falta meter mucho dinero en unapelículapara que sea rentable. Hay que ser ingenioso, eso sí, y yo creo que lo he sido».

Aunque hoy ha defendido la crítica y la parodia como elementos esenciales de sus comedias, también ha admitido que ha habido temas con los que no se atrevió. «ConFrancono me metía, no tenía valor». Tampoco con la Iglesia.

Los rodajes se hacían rápido. Lo normal era rodar cuatro o cinco títulos al año, a veces hasta seis. «No perdíamos el tiempo: eltiempo era dinero».

Del cine actual se reconoce en sagas como la de «Torrente». «Es una exageración de las mías», ha dicho. Y aplaude los «Ocho apellidos», vascos y catalanes. «Es el cine que hay que hacer ahora».

El cine de autor, «sólo si es divertido», que no necesariamente gracioso. «Lo malo delcine de autoren España es que son muy aburridos, y el público eso lo rechaza», ha afirmado.

Ozores no ha mostrado reparos en opinar que elGoya de Honor, que el año pasado recogió Antonio Banderas, llegatarde.

Antonio Resines, presidente de la Academia, ha recordado que la decisión ha sido de la junta directiva y que el nombre deMariano Ozoresllevaba años en las votaciones.

Resines ha hecho extensivo el reconocimiento a toda lasaga Ozores. Desde sus padres,Mariano Ozoresy Luisa Puchol, actores, a sus hermanos José Luis y Antonio y sus sobrinas Adriana y Emma.