Las petroleras siempre han defendido que el precio del carburante no puede bajar tanto como el del crudo.

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Los carburantes de automoción continúan a la baja, presionados por el desplome del precio del crudo en los mercados internacionales, y se sitúan esta semana a su nivel más bajo desde marzo de 2010.

El gasóleo de automoción cuesta esta semana una media de 1,057 euros el litro en las gasolineras españolas, un 2,13 % menos que la pasada semana y un 4,08 % menos que a principios de año.

En los últimos doce meses, el diésel se ha abaratado en un 20,82 %, lo que significa que el llenado de un depósito medio de 50 litros cuesta ahora una media de 52,85 euros, 13,9 euros menos que hace un año.

Por su parte, la gasolina de 95 octanos cuesta una media de 1,117 euros el litro, un 1,33 % menos que hace una semana y un 2,95 % menos que a principios de año.

Este precio se sitúa, además, un 19,47 % por debajo del que marcaban las estaciones de servicio hace un año, lo que ha permitido abaratar el llenado de un depósito medio en 13,5 euros, hasta situarlo en una media de 55,85 euros.

De esta manera, el gasóleo cuesta un 26,85 % menos que en los máximos marcados en septiembre de 2012 y la gasolina, un 26,61 % menos.

El continuado descenso del precio del petróleo -que cotiza por debajo de los 50 dólares el barril frente a los más de 110 dólares que anotaba a principios de verano de 2014- obedece a varios factores, entre ellos el descenso de oferta y la decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de mantener los actuales niveles de producción.

Las petroleras siempre han defendido que el precio del carburante no puede bajar tanto como el del crudo porque la mayor parte de sus costes son fijos, como el impuesto de hidrocarburos, la distribución o la comercialización.