El juez Elpidio José Silva ha logrado aplazar su juicio por prevaricación en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) hasta que se resuelva el incidente de recusación que ha presentado contra dos de los magistrados que le juzgan, a los que además ha denunciado.
Silva ha pedido apartar en un escrito presentado hoy al presidente de la Sala, Artuto Beltrán, y a su compañera María Tardón, por su «falta de imparcialidad» al no aceptar la renuncia de su abogado, Cándido Conde-Pumpido Varela, y por haber permitido que la magistrada continuara en el tribunal pese a que formó parte de la Asamblea General de Caja Madrid bajo la presidencia de Miguel Blesa.
Además, Silva pretende que Beltrán se aparte porque formó parte del tribunal inicial que iba a juzgarle, que cambió su composición después de que dos de los magistrados aceptaran la recusación que entonces planteó el acusado.
'Cazado'
El magistrado Elpidio José Silva ha aclarado hoy que cuando ayer le dijo a su letrado «esto es lo que yo quería» cuando fue expulsada y multada una preferentista de su juicio por alterar el orden, pretendió que «se viera» qué tipo de jueces le están juzgando, cuya actitud «bordea la prevaricación».
«Que le imponga cien euros de multa de plano, sin razonamiento, sin ningún tipo de precedente mínimamente de investigación ignorando su situación económica, esto bordea la prevaricación y eso es lo que yo quería que se viera, qué tipo de jueces están ahí sentados dirigiendo esto», ha respondido el juez a los periodistas a su salida del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM).
Un micrófono captó ayer estas palabras del acusado hacia su defensor, Cándido Conde-Pumpido Varela, después de que el presidente de la Sala, Arturo Beltrán, expulsara y multara -tras haberlo advertido durante toda la mañana- a una preferentista que interrumpió el interrogatorio como testigo al expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa.
«Estoy como acusado ante un tribunal que no es civil, parece militar, inquisitorial», ha lamentado.
Silva ha logrado hoy finalmente que el tribunal aplace su juicio al haber recusado a dos de los magistrados del tribunal, Arturo Beltrán y María Tardón, por su «manifiesta falta de imparcialidad» estos días al no aceptar la renuncia de su defensor.
En el caso de la magistrada, además, le reprocha que formara parte de la Asamblea General de Caja Madrid bajo la presidencia de Blesa.
«Resulta absolutamente increíble que esta señora me esté enjuiciando en esta cosa que no podemos llamar un juicio», ha señalado Silva.
Ayer ya planteó apartarla por este motivo, petición que fue nuevamente desoída por el tribunal ya que, según explicó Tardón, era algo «público y notorio» que formó parte de este órgano hasta su incorporación a la carrera judicial en abril de 2005, por lo que no ha «tenido conocimiento de negocios o hechos que tengan relación directa o indirecta» con el «caso Blesa» que data de 2008.
Hoy, el tribunal no ha tenido más remedio que dar traslado de la recusación, esta vez presentada por escrito, a la Sala especial de recusaciones del TSJM, la 77, que deberá ahora iniciar los trámites para resolver el incidente.
Además, Silva ha presentado una demanda civil contra ambos, en la que les reclama 10 euros de indemnización, porque «no es un tema de dinero», sino «de valor, lo que está haciéndose aquí echa por el suelo el valor de la Justicia y del propio país», ha enfatizado.
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