Rajoy y el PP tratan de dar una imagen de tranquilidad

Rajoy reunió en la sede de la calle Génova al Comité Ejecutivo Nacional del PP, y ante la cúpula del partido y la mayoría de los barones regionales quisieron dar ese mensaje de tranquilidad, aunque de nuevo haya eludido referirse explícitamente a Bárcenas.

Según varios de los asistentes a la reunión, Rajoy se centró en hacer un balance de la economía, sus reformas o el Consejo Europeo, y dejó para el final el asunto del extesorero.

Muy brevemente, y tras subrayar la disposición "plena" del PP a colaborar con la justicia, Rajoy admitió que este asunto -en alusión al caso Gürtel- lleva convulsionando al partido cuatro años y advertió de que aún no se ha terminado.

También dijo el presidente, como expresó en rueda de prensa la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, que el PP respeta las decisiones de los tribunales y "no entra" a cuestionarlas, y lanzó otro mensaje a los suyos: el de que el partido no puede pararse por este caso.

Lo que Rajoy recalcó, en palabras de Cospedal, es que el PP tiene que seguir trabajando "en lo que de verdad importa a los españoles", que es la recuperación económica, todo ello tras un discurso en el que ha vuelto a asegurar que España está "claramente mejor" que hace un año y la política económica del Gobierno está dando ya "claros resultados positivos".

"Tenemos una total tranquilidad", dijo la secretaria general al ser preguntada por el ánimo del partido tras el encarcelamiento de Luis Bárcenas.

Además, dijo no tener miedo "absolutamente de nada" cuando ha sido cuestionada por si teme que el extesorero hable desde la cárcel en contra de su partido.

La "número dos" de los populares, que también ha querido subrayar la independencia del juez y la Fiscalía en este caso, no ha querido hacer suya la expresión recientemente utilizada por el vicesecretario general del PP, Carlos Floriano, cuando dijo que se había abierto una "causa general" contra el partido.