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El celador del geriátrico de Olot Joan Vila ha sido condenado por la Audiencia de Girona a 127 años y medio de cárcel por los asesinatos de once ancianos en la residencia "La Caritat" entre 2009 y 2010, al aplicar las agravantes de alevosía y, en los tres últimos casos, de ensañamiento.

Las penas impuestas tendrán un límite máximo de cumplimiento efectivo conjunto de 40 años y los beneficios que pueda obtener se calcularán sobre el total de años impuestos en la condena.

La mayor pena, de 20 años y 10 meses de cárcel, le ha sido impuesta a Vila por el asesinato de su última víctima, Francisca G., cuya muerte por la ingesta de un producto corrosivo dio paso a una investigación policial y al reconocimiento de la autoría por parte de Vila.

Los asesinatos de las otras dos víctimas que también murieron por ingesta de productos cáusticos, Montserrat G. y Sabina M., le han supuesto al celador sendas penas de 13 años y cuatro meses.

Por los otros ocho asesinatos, en los que Vila empleó insulina o una mezcla de barbitúricos para acabar con la vida de los ancianos, el juez le impone penas de diez años de cárcel por cada delito.

El celador deberá satisfacer también unas indemnizaciones por importe de 369.000 euros, de las que el juez ha declarado responsable civil subsidiario al geriátrico La Caritat y, solidariamente, a la compañía de seguros Zúrich.

El magistrado Ildefons Carol considera probados los once asesinatos y niega que el celador de "La Caritat" sufriese "algún tipo de alteración psíquica que mermase significativamente su capacidad para comprender la ilegalidad de sus actos".