El Gobierno y la Generalitat intensificaron ayer sus contactos para negociar el objetivo de déficit para Cataluña, con reuniones al más alto nivel entre los presidentes, ministros y consellers.
Aprovechando la visita del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a Barcelona para inaugurar el Salón del Automóvil, el presidente catalán, Artur Mas, tuvo una reunión privada de unos veinte minutos con el jefe del ejecutivo central en el hotel Miramar, después de almorzar allí con representantes del sector del motor.
Según fuentes conocedoras de la reunión, Mas trasladó a Rajoy que, con el actual objetivo de déficit del 1,2 por ciento del PIB para las autonomías, no puede presentar los Presupuestos de la Generalitat de 2013, por los recortes que supondrían, y le pidió que flexibilice el desfase entre ingresos y gastos.
En el encuentro, Rajoy se remitió al estudio que debe realizar el grupo de trabajo del Consejo de Política Fiscal y Financiera creado específicamente para determinar el déficit de cada una de las Comunidades Autónomas.
Frente al actual 1,2 por ciento de déficit otorgado a las autonomías, el ejecutivo de Artur Mas defiende que a Cataluña le debería corresponder un tercio del déficit del conjunto de administraciones del Estado, que es del 6,3 por ciento del PIB, lo que equivaldría, por tanto, a un techo del 2,1 por ciento del PIB.
Con esta premisa, el conseller de Economía y Conocimiento, Andreu Mas-Colell, se reunió ayer tarde con el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, durante una hora en la Delegación del Gobierno en Cataluña, para pedirle una mayor flexibilización del objetivo de déficit.
Fuentes del gobierno catalán han precisado que se trató de una "reunión de trabajo" de la que no salió ningún acuerdo en concreto, pese a constatar "avances".
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