Ocho comunidades autónomas, entre ellas Castilla y León y Galicia, seguirán prestando asistencia sanitaria a los inmigrantes sin papeles a partir de mañana sábado, cuando entra en vigor el decreto del Gobierno que les retira ese derecho, aunque las dos autonomías del PP aplicarán esa norma con matices.
Los gobiernos gallego y castellano-leonés anunciaron ayer que aplicarán ese decreto del Ministerio de Sanidad, aunque apuntaron que seguirán atendiendo a los inmigrantes irregulares.
Fuentes del Ministerio de Sanidad informaron a Efe de que las comunidades no pueden otorgar tarjetas sanitarias a personas que "no tienen ese derecho", porque no cotizan a la Seguridad Social, pero sí pueden "en función de sus recursos o capacidades hacer lo que consideren oportuno" para continuar prestando esa asistencia.
Sanidad entiende que la decisión de algunas regiones de no desatender a este colectivo no trasgrede el decreto del Gobierno, ya que la propia ministra, Ana Mato, ha insistido en que nadie va a quedar excluido de la cobertura sanitaria.
El Ministerio señala además que es necesario que España se ajuste a lo que se hace en la UE para que España deje de ser "un paraíso para el turismo sanitario".
El presidente de la Xunta, el popular Alberto Núñez Feijóo, dijo que la región continuará asistiendo a esos inmigrantes que acrediten que carecen de recursos y que estén empadronados antes del 1 de septiembre, lo que beneficiará a unas 9.000 personas.
Señaló que la Xunta "cumple la legislación nacional" y avanza en los límites que permite la normativa estatal que deja "dar asistencia ordinaria a los inmigrantes sin papeles vecinos de Galicia", por lo que tendrán un documento del Servicio Gallego de Salud, ya que la tarjeta sólo la concede el Ministerio.
El servicio de salud de Castilla y León (Sacyl) atenderá en sus instalaciones a todos los inmigrantes que necesiten asistencia y, aunque intentará cobrar este servicio a quienes carezcan de tarjeta sanitaria, meterá "en el cajón de los impagados" aquellos casos en los que no tengan recursos.
El portavoz de la Junta, José Antonio de Santiago-Juárez, explicó que cumplirán la normativa fijada por el Ministerio, aunque seguidamente ha señalado que atenderán "a todos los ciudadanos, tengan tarjeta o no, que acudan a la atención primaria".
Las comunidades socialistas de Andalucía, País Vasco y Asturias, junto con Cataluña (CiU) y Canarias (CC), mantendrán la atención a los inmigrantes indocumentados, aunque no han aclarado cómo.
El sistema sanitario andaluz seguirá atendiendo a los inmigrantes indocumentados como hasta ahora, según afirmó la consejera de Salud, María Jesús Montero.
En el mismo sentido se expresó el Gobierno vasco, cuyo consejero de Sanidad, Rafael Benoga, ha señalado que se está analizando la situación legal para prestar esta asistencia, pero dejó claro que todos aquellos que lo necesiten serán asistidos en atención primaria y hospitalaria.
Asturias ha garantizado que ningún inmigrante se quedará sin cobertura y prevé un conflicto competencial con el Estado, aunque tampoco ha aclarado cómo hará esa asistencia, ya que poder darles tarjeta sanitaria o no va a depender de las órdenes ministeriales.
La Generalitat de Cataluña mantendrá también la misma atención sanitaria que hasta ahora a las personas que en la región perderán su condición de asegurado a partir del día 1, mientras que les dará un plazo de seis meses para regularizar su situación.
El Gobierno de Navarra (UPN) va a habilitar una línea de ayudas para cubrir la asistencia sanitaria de quienes acrediten no poder pagarla, por lo que desembolsarán al servicio de salud 1,68 millones de euros anuales, lo que compensará, según sus cálculos, el pago por atender a los 2.150 inmigrantes irregulares.
Canarias, por su parte, se sumó anteayer al País Vasco, Andalucía y Asturias para expresar su desacuerdo con la retirada de medicamentos de la financiación pública y con ese sistema.
Ayer el viceconsejero portavoz, Martín Marrero, dijo que su Gobierno "será respetuoso con la legalidad" al aplicar la nueva regulación de la asistencia sanitaria, pero que "no dejará de atender a nadie que lo necesite".
El resto de CCAA, las gobernadas por el PP, seguirán al pie de la letra el decreto y atenderán a los inmigrantes, pero les cobrará: Madrid, Castilla-La Mancha, Aragón, Murcia, Comunidad Valenciana, Extremadura, Balears, Cantabria y La Rioja.
Según datos del INE cruzados con los del Ministerio de Empleo, más de 153.000 inmigrantes irregulares perderán su tarjeta sanitaria mañana sábado por no estar asegurados, si bien no hay un registro oficial del número de personas que están en situación irregular.
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