destrucción. Los feroces combates entre los contendientes podrían provocar un éxodo a través de la frontera turca - Reuters

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El Ejército sirio atacó ayer la ciudad de Alepo, en el noreste de Siria, en un esfuerzo por derrotar a los rebeldes que tienen dominada la mitad de la ciudad. "Hubo bombardeos esta mañana en los distritos de Salaheddine y Mashhad", ha dicho el activista opositor Abu Hisham. "Ahora se han detenido, pero los helicópteros están zumbando por encima", ha agregado.

Los activistas informaron el miércoles de que unas 24 personas fallecieron durante los combates entre el Ejército sirio y los rebeldes, un número que se suma a las más de 18.000 personas que han muerto en las revueltas contra el régimen de Bashar al Assad desde hace 16 meses.

Debido a que las hostilidades se han intensificado en los alrededores de Alepo, Turquía cerró el miércoles el tráfico comercial, pero no ha impedido el paso a los refugiados que huyen de Siria.

Entretanto, en Damasco una residente en el campamento de refugiados palestinos de Yarmouk, ha alertado de fuertes bombardeos, especialmente cerca del distrito de Hajar al Aswad, considerado uno de los bastiones rebeldes. Los ataques comenzaron cerca de las 07.00 horas (06.00 horas en la España peninsular) y se prolongaron unas tres horas.
La revuelta contra Al Assad ha evolucionado desde una insurgencia en las provincias a una batalla por el control de las dos principales ciudades, Alepo y Damasco, donde los combates estallaron la semana pasada.

Las fuerzas del régimen han lanzado grandes contraataques en ambas ciudades y parecen haber expulsado a los rebeldes de algunos barrios de la capital. Ahora se encuentran atacando Alepo.

En la ciudad siria de Azaz, a pocos kilómetros al sur de la frontera turca, los rebeldes parecían haber logrado el control tras fuertes enfrentamientos el pasado mes durante los cuales lograron echar a las fuerzas del Gobierno de la que se ha convertido en una ciudad fantasma.

El conflicto ha dejado a Azaz en ruinas, asegura un corresponsal de Reuters que visitó el lugar. Se veían vehículos blindados quemados a los lados de la carreteras donde los rebeldes los alcanzaron con lanzagranadas. También se podían observar casquillos esparcidos por todas partes.

La mayoría de los residentes huyeron durante los últimos combates, en los que los rebeldes se hicieron el domingo con puesto fronterizo con Turquía de Bab al Salam.
Los combates en Alepo podrían provocar un éxodo a través de la frontera turca, donde algunos refugiados sirios se quejan ya de las malas condiciones de los campamentos, pero además esta semana protagonizaron enfrentamientos con la policía antidisturbios en medio de disputas por la comida.

Los expertos militares creen que un desbordado Ejército sirio está dando marcha atrás para concentrarse en la lucha contra los insurgentes en Alepo y Damasco, centros importantes para el Gobierno, mientras dejan las zonas periféricas en manos de los rebeldes.

La revuelta ha entrado en su fase más violenta en los últimos diez días desde que los rebeldes se volcaron masivamente sobre Damasco.