El Gobierno defendió ayer en el Congreso la ayuda de Europa para recapitalizar la banca española, que era "fundamental y prioritaria", e insistió en que es un préstamo y que serán los bancos los que lo devuelvan, sin exigencias adicionales ni para la economía del país ni para los ciudadanos.
En la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso de los Diputados, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró que el crédito de hasta 100.000 millones era "necesario" porque España "en estos momentos" no dispone de esa cantidad "ni puede emitir deuda pública" para obtenerla.
En respuesta a una pregunta del líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, Rajoy afirmó que España hubiera podido emitir este volumen de deuda pública en 2009, "pero como teníamos el mejor sistema financiero del mundo (dijo con ironía) no se hizo, y vamos con tres años de retraso". A este tirón de orejas se unió el ministro de Economía, Luis de Guindos, que en su respuesta a la diputada socialista Inmaculada Rodríguez-Piñero dijo que si las reformas que está haciendo el Gobierno -y que apoya Europa- se hubieran hecho "hace tres años" "otro gallo nos cantaría".
El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, también insistió en que el préstamo de la UE a la banca española no tendrá condiciones presupuestarias y dijo que éstas van vinculadas al cumplimiento del objetivo de déficit público.
También De Guindos se expresó en estos términos e insistió en que la ayuda no tendrá condiciones económicas y que las que haya se limitarán a las entidades que reciban el dinero.
Sin embargo, el diputado socialista Valeriano Gómez aseguró que habrá condiciones estrictas que afectarán a las pensiones, al mercado laboral y a los impuestos indirectos.
En cualquier caso, De Guindos defiende que la ayuda es un préstamo en condiciones "muy ventajosas" y "más que suficiente" para recapitalizar las entidades que lo necesiten.
El diputado de la Izquierda Plural Joan Coscubiela también expresó su inquietud sobre la ayuda y preguntó a Rajoy por qué los ciudadanos tienen que pagar con sus derechos, salarios e impuestos una crisis provocada por el sistema financiero.
Según Rajoy, la crisis la provocaron la enorme deuda externa de las administraciones públicas, las familias, las empresas y las entidades financieras, no sólo la banca.
Por su parte, el líder socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, defendió la creación de una comisión en el Congreso que "investigue a fondo y supervise" la ayuda y que delimite las "responsabilidades políticas y económicas" de la actual situación.
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