El rey conoció ayer las prioridades de gobierno de Mariano Rajoy ante una situación económica "muy difícil", que requerirá medidas "no gratas", y recibió por primera vez en 18 años a un representante de la izquierda abertzale, que ha pedido su implicación para resolver el "conflicto vasco".
En la segunda y última jornada de consultas parlamentarias previas a la investidura, el primero en llegar a la Zarzuela fue el portavoz del PNV, Josu Erkoreka, quien expresó al rey su inquietud por el riesgo de que la "impoluta" mayoría absoluta del PP en todas las instituciones y su amplísima proyección mediática pueda "ahogar" las alternativas e impedir la disidencia.
Don Juan Carlos, que escuchó asimismo la "breve referencia" de Erkoreka a la importancia de que, ante el último comunicado de ETA, los partidos consensúen los pasos para consolidar la paz sin "rebrotes" del pasado, trató también el escenario abierto en el País Vasco con su siguiente invitada, la portavoz de UPyD, Rosa Díez.
Díez comunicó al monarca que su partido ha instado al Gobierno a que ilegalice Amaiur y lamentó que el PP haya querido utilizar a UPyD "como coartada" para impedir que la coalición abertzale constituya grupo propio.
La diputada de UPyD abandonó la Zarzuela cinco minutos antes de que llegara al palacio el dirigente de Amaiur Xabier Mikel Errekondo, el primer portavoz de la izquierda abertzale recibido por el rey desde 1993, que entregó a don Juan Carlos una carta de folio y medio en la que pide su implicación como jefe de Estado en la resolución definitiva del "conflicto político de Euskalherría".
Errekondo agradeció al rey -quien le escuchaba muy serio- la oportunidad de ser recibidos por el jefe de Estado y, durante una conversación que ha durado casi veinte minutos, le ha instado a trabajar "con responsabilidad" para conseguir "una paz real, duradera y justa".
A continuación, el líder de IU, Cayo Lara, planteó ante el rey su propia queja, la de no contar con representación en la Mesa del Congreso y padecer el déficit de un sistema electoral que a su juicio restringe la democracia en la Cámara, al tiempo que ha sugerido un voto negativo de su formación a la investidura de Rajoy si su discurso va en línea con los ajustes del PP en las Comunidades donde gobierna.
Ya por la tarde, el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, ha trasladado al monarca la necesidad de alcanzar un pacto fiscal para Cataluña que acabe con el "maltrato" que sufre en esta materia .
Con un sonriente "Don Alfredo..." y un saludo tan cordial como el que dedicó a Duran, el rey recibió al socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, quien le comunicó que el PSOE hará una oposición como la que le hubiera gustado tener cuando estaba en el Gobierno y la que demandan hora los ciudadanos para buscar soluciones a los problemas derivados de la crisis y el desempleo.
¡Mariano!¡Enhorabuena!", fue la efusiva bienvenida del rey al futuro presidente del Gobierno, quien reafrimó durante la entrevista que la situación económica de España es "muy difícil" y exigirá la adopción de medidas que "no serán gratas", aunque serán entendidas por los españoles.
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