EL CAIRO. Un manifestante contempla un tanque en llamas en la capital egipcia - Reuters

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Egipto vivió ayer bajo el toque de queda y con el Ejército desplegado por las calles, como colofón de una jornada de protestas políticas que se extendieron por todo el país y que causaron al menos 29 muertos y centenares de heridos.

Tras una jornada sangrienta y en la que se multiplicaron las protestas el presidente egipcio, Hosni Mubarak, efectuó por la noche un discurso televisado en el que anunció que ha decidido reemplazar al Gobierno actual por otro que asuma nuevas funciones.
La de ayer fue la primera intervención desde las protestas contra su régimen que estallaron el pasado martes y se intensificaron ayer.

"He ordenado que renuncie el Gobierno y que sea formado mañana otro, para que adopte nuevas funciones", afirmó Mubarak en su mensaje.

En su discurso, el gobernante, de 82 años, dijo que era consciente de las demandas de reformas políticas, sociales y económicas que han llevado a los ciudadanos a salir a la calle, pero insistió en la necesidad de mantener la seguridad bajo control.

"Hay una línea muy estrecha entre la libertad y el caos", afirmó el presidente egipcio.

A pesar de que las protestas se han centrado en las últimas horas en pedir la renuncia de Mubarak, en el poder desde 1981, el gobernante egipcio no expresó ninguna intención de renunciar al poder.

"Soy consciente de las aspiraciones en favor de más democracia, el combate del desempleo, la lucha contra la pobreza y el combate de la corrupción", afirmó Mubarak.

"Pero los objetivos que se buscan -añadió- no pueden ser logrados por la violencia, sino por el diálogo nacional y esfuerzos que unan a las partes". Hizo un llamamiento especial a los jóvenes "para trabajar por el interés de la gente". "Incendiando los bienes no se puede satisfacer las aspiraciones de la gente", añadió.

Además de los 29 muertos, los heridos se cuentan por centenares, tanto en El Cairo como en Suez, los dos lugares donde se han registrado los incidentes más violentos que estallaron al final de las oraciones del mediodía.