El cuadro del pintor Vincent Van Gogh "Las Amapolas", robado el sábado de un museo de El Cairo, continuaba ayer en paradero desconocido y las autoridades egipcias intentan depurar responsabilidades ante los fallos de seguridad registrados en el Museo de Arte Moderno Mahmud Jalil que ha sido cerrado cautelarmente.
Los resultados de las primeras investigaciones han desvelado que el sistema de vigilancia del museo tenía graves deficiencias y que las cámaras de seguridad ubicadas en la sala que albergaba el cuadro estaban estropeadas desde hace tiempo, explicó a Efe una fuente de la Policía.
Además de las cámaras de la sala, tampoco funcionaban las colocadas en la entrada y salida del edificio, ni el detector de metales situado en la puerta principal, ni los sistemas de alarma de prevención de robos.
Ante esta situación, que el ministro de Cultura, Faruk Hosni, ha calificado de "grave negligencia", en unas declaraciones a la televisión qatarí Al Yazira, las autoridades de Egipto han tomado algunas medidas cautelares.
Entre esas disposiciones, se ha prohibido abandonar el país temporalmente hasta que termine la investigación al jefe del sector de Artes Plásticas del Ministerio de Cultura, Mohsen Shaalen, así como a la directora y a los empleados de museo, indicó la agencia de noticias MENA.
Shaalen reconoció que el sistema de seguridad del museo es deficiente pero se negó a asumir su responsabilidad ante el robo de esta obra, valorada en unos 40 millones de euros.
Las inexistentes medidas de seguridad son lo único que ha trascendido de la investigación, después de que el Ministerio de Cultura emitiera el sábado informaciones confusas sobre el paradero del cuadro y la detención de los supuestos ladrones.
Primero se anunció oficialmente que se habían detenido a dos italianos y se había recuperado la obra y posteriormente se desmintió.
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