Las bolsas europeas cayeron ayer con fuerza por la retirada de capital de Europa de inversores estadounidenses y arrastradas por la tendencia bajista de Wall Street que terminó cayendo un 1,233 por ciento.
La renta variable europea sufrió esta semana cinco jornadas consecutivas de importantes pérdidas por la incertidumbre que ha creado entre los inversores la gestión de la crisis de endeudamiento de Grecia.
Al cierre de ayer, Fráncfort cedió prácticamente un 3,3 por ciento, Londres bajó un 2,6 por ciento, París perdió un 4,6 por ciento, y Milán y Madrid casi un 3,3 por ciento.
La bolsa de Atenas (Athex-20) cayó un 3,1 por ciento y lidera los descensos anuales en los parqués europeos, con unas pérdidas acumuladas del 29,1 por ciento.
El índice Euro Stoxx 50, que agrupa los 50 valores más importantes de la zona del euro, bajó un 4,3 por ciento.
Los números rojos se moderaron al cierre, pero media hora antes de que concluyera la negociación bursátil en Europa muchas plazas llegaron a caer por encima del 5 por ciento.
Las pérdidas no sólo se limitaron a la renta variable, sino que llegaron a otros sectores también como la deuda de empresas, mientras que subieron los índices de seguros de impago de deuda o de créditos (Credit Default Swaps).
Las bolsas europeas abrieron con una fuerte tendencia bajista, pero se mostraron resistentes al descalabro del jueves en Nueva York a lo largo de la sesión matinal.
En Nueva York se vivieron anteayer momentos de pánico, al no funcionar durante unos veinte minutos el sistema de negociación electrónica.
La crisis por el endeudamiento de Grecia sigue creando incertidumbre en los mercados financieros y despierta el temor a que se vaya a producir un contagio a otros países.
Los mercados criticaron la falta de claridad de los ministros de Finanzas del G-7 en la conferencia telefónica de ayer y de las declaraciones jueves del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet.
Los inversores habían invertido con fuerza en los últimos años en activos europeos, pero la gestión de la Unión Europea (UE) de la crisis de endeudamiento de Grecia les ha asustado.
Algunos operadores dijeron que se trató de una ola de ventas de acciones europeas de inversores estadounidenses, que retiran posiciones de Europa y vuelven a EEUU.
Los inversores consideraron negativo que las elecciones parlamentarias del jueves en el Reino Unido no hayan dado una clara mayoría.
Datos económicos, como la creación de empleo en EEUU en abril, quedaron relegados a un segundo plano.
En Europa, todos los sectores bursátiles cerraron con números rojos.
Los bancos encabezaron los descensos (-8%), seguidos de las compañías de medios (-7,1%) y de las empresas de servicios públicos (-6,9 por ciento).
Las aseguradoras europeas cayeron hoy una media del 6,8 por ciento.
En lo que va de año, Fráncfort cae un 4,1 por ciento, Londres baja un 5,4 por ciento, París pierde un 13,8 por ciento y Madrid lo hace un 24,2 por ciento.
La venta de acciones en Europa también se reflejó en el descenso del euro.
La moneda única se cambiaba hacia las 17.15 GMT a 1,2703 dólares, tras haber registrado fuertes vaivenes entre 1,2586 y 1,2799 dólares.
La divisa europea llegó a caer hasta los 1,2586 dólares en la negociación del mercado asiático, después de que Trichet no consiguiera anteayer convencer a los parqués de que tiene bajo control el endeudamiento de la zona del euro y que no existe peligro de contagio a otros países.
Segunda peor semana de la historia de la Bolsa española
El miedo a que la crisis de Grecia contagie a otros países de su entorno y con ello dificulte la recuperación económica internacional castigó a la Bolsa española esta semana, que registró la segunda mayor caída de su historia, al perder el 13,78 por ciento y retroceder a niveles de hace un año.
De hecho, para encontrar una caída mayor que la de esta semana hay que remontarse a octubre de 2008, cuando la bolsa perdió el 21,20 por ciento de su valor en sólo cinco días de cotización.
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