El Gobierno de Chile confirmó ayer la muerte de 214 personas e indicó que al menos otras 15 están desaparecidas, tras del fuerte terremoto de más de 8 grados de magnitud que sacudió ayer las regiones del centro y sur del país.
Según la información facilitada por la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) a las Embajadas en Chile, toda la región de Bío Bío, en el sur del país, está sin energía eléctrica, sin agua potable y sin gas y calcula que hay unas 400.000 personas afectadas.
Momentos antes, la directora de ese organismo, Carmen Fernández, advirtió de que la cifra de víctimas mortales "puede aumentar" en la medida que lleguen a lugares afectados por el temblor, a los que hasta ahora no han podido acceder.
El intendente (gobernador) de Bío Bío, Jaime Tohá, dijo que los muertos podrían llegar a unos 60 en la región, en cuya capital, Concepción, se teme que hasta seis decenas de personas estén atrapadas bajo los escombros de un edificio de 14 pisos que colapsó.
Respuesta
La comunidad internacional, aun volcada en socorrer a Haití por el terremoto del 12 de enero, respondió ayer con igual premura y generosidad para ayudar a los damnificados de un seísmo en Chile, más potente pero aparentemente menos dañino.
El presidente de la Asamblea General de la ONU, el libio Ali Treki, hizo ayer un llamamiento a la comunidad internacional a desplegar "todos los esfuerzos posibles para asistir con urgencia a Chile después de la catástrofe".
La Comisión Europea (CE) anunció inmediatamente, por boca de su presidente, José Manuel Durao Barroso, que está en disposición de destinar 3 millones de euros para ayudar a hacer frente a las necesidades más urgentes y a "hacer todo lo que sea necesario para ayudar a las autoridades chilenas en este difícil trance".
Treki envió sus condolencias al Gobierno y al pueblo chileno, al igual que poco antes hizo el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien "sigue muy de cerca la evolución de los acontecimientos", señaló el portavoz de Naciones Unidas, Martin Nesirky, en un comunicado de prensa.
El sistema de Naciones Unidas, a través de su Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), está a la espera de ofrecer asistencia rápida al Gobierno y al pueblo chilenos.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, dijo que su país tiene recursos listos para enviarlos a Chile si así se lo pide el Gobierno de Michelle Bachelet y manifestó sus condolencias "más sinceras" por las víctimas mortales, que, según el último informe oficial, son 147, a los que hay que agregar 15 desaparecidos.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el chileno José Miguel Insulza, ofreció ayer la cooperación del organismo a su país y mandó "un abrazo fraterno de solidaridad y esperanza" a sus compatriotas.
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