Esta última no se diferencia mucho de la primera, aunque tampoco era muy necesario mucho cambio ya que el DS3, que fue el iniciador de esta denominación DS, era ya muy moderno y atractivo y continúa manteniendo gran parte del espíritu joven y deportivo de sus inicios.
Este modelo entró en plena competencia con otros productos de este segmento B “premium”, como el Audi A1, el Alfa Romeo Mito o el MINI. Hay que decir que a pesar de encontrarse quizá en un escalón inferior a los modelos alemanes, sí que ha aguantado bien el tirón y sigue siendo un vehículo que gusta a la gente joven.
Estéticamente no ha recibido grandes cambios, aunque los más destacables son los faros delanteros, que ahora son tipo led y conserva la tira de leds diurnos en el parachoques delantero que le da un toque más moderno y deportivo, es decir, consigue su primer objetivo.
En la parte posterior los cambios son mínimos, ya que los faros son prácticamente los mismos y quizá el parachoques se ha ensanchado un poco.
MOTOR
El propulsor que hemos probado es el BlueHDi de 100 CV de potencia, un motor diésel que sorprende por sus prestaciones y finura de funcionamiento.
Los 10'8 segundos que tarda para acelerar de 0 a 100 Km/h es una cifra que habla ya por sí sola de las buenas prestaciones de este vehículo. Los 254 Nm/1.750 rpm también auguran la aceleración que presenta el modelo desde bajas vueltas, con lo que no se necesita forzar el motor para obtener la mayor parte de la potencia de este DS3.
En la recuperación, el propulsor también tarda poco para volver a recuperar vueltas, lo cual no dificulta su conducción con marchas largas ya que la reacción es bastante rápida.
Otro apartado en el que el DS3 1.6 BlueHDi destaca de forma clara es en el consumo, ya que los 3'4 litros que augura la marca a los 100 Km, nosotros los hemos subido sólo hasta los 4'6 (sin ir especialmente con cuidado), que continúa siendo una cifra de lo más destacable.
El comportamiento en carretera no dista mucho del que tenía la primera generación, que si bien es bueno, quizá no le vendría mal un punto más de estabilidad. Las suspensiones son más duras que las de un C3, pero no se hacen incómodas en ningún momento, ya también es fácil corregir la trayectoria si llevamos el modelo un poco al límite.
INTERIOR
El interior del DS3 ha recibido también algunos retoques respecto a la versión anterior, entre los cuales destacan la desaparición total de la información en color naranja, la adopción de una pantalla táctil (bastante grande) con mucha más información y posibilidades en la consola central o unos asientos más deportivos y cómodos con mayor sujeción lateral, más en consonancia con el espíritu deportivo del modelo. El marcador es prácticamente el mismo que el que llevaba antes, sin la información en color naranja, pero es de fácil lectura y cuenta con la información necesaria. Quizá el acceso a las plazas posteriores es uno de los aspectos mejorables del vehículo en el que no se ha mejorado convenientemente.
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