Kilmar Ábrego García, el primer deportado por Trump que debe ser devuelto a Estados Unidos

Un tribunal reconoció que el hombre con trabajo, familia y residencia en Maryland fue expulsado por equivocación, y pide su regreso antes de este lunes

El abogado Simón Sandoval, en declaraciones fuera del tribunal estadounidense. Su cliente debe ser devuelto a Estados Unidos desde El Salvador. | Reuters - Mike Scarcella

TW
1

El caso de Kilmar Ábrego García pasará posiblemente a los anales de la historia. Su nombre corresponde con el primer deportado por orden del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que se ha demostrado fehacientemente que no es ningún criminal. En concecuencia, las autoridades estadounidenses deben traerlo de vuelta a Maryland, donde este hombre vivía y trabajaba hasta el momento de ser detenido, a pesar de tener una familia con los papeles totalmente en regla.

El gobierno del presidente Donald Trump se enfrenta a la fecha límite de este lunes para cumplir con una orden judicial para devolver a Estados Unidos al hombre de Maryland deportado por equivocación a El Salvador, aunque la administración ha pedido a una corte de apelaciones que intervenga. La juez de distrito Paula Xinis ordenó el pasado viernes el regreso del hombre, y la administración Trump pidió por su lado a la Corte de Apelaciones del Cuarto Circuito de Estados Unidos, con sede en Richmond, Virginia, que bloquee la orden de la jueza.

Xinis halló que Washington carecía de autoridad legal para detener y deportar a Ábrego García, un inmigrante salvadoreño que vivía legalmente en Estados Unidos con un permiso de trabajo, y ordenó su regreso antes de las 23:59 hora local del lunes. Xinis dijo en su decisión escrita, emitida el domingo, que «no hay fundamento legal alguno para su arresto, detención o expulsión», calificando la expulsión de Ábrego García como «totalmente ilegal».

La administración Trump ha enfrentado críticas en los tribunales estadounidenses y en otros lugares por su intensificación de la aplicación de la ley de inmigración. Un juez de Washington D.C. está sopesando si el gobierno violó una orden judicial de no deportar a presuntos miembros de pandillas venezolanas. Estados Unidos ha admitido que la deportación de Ábrego García se hizo por error, pero argumenta que no puede obligar a El Salvador a devolverlo.

Por eso, desde la administración norteamericana han sugerido al tribunal de apelaciones que Ábrego García «no tiene ningún derecho o base legal para estar en Estados Unidos» y que «el interés público obviamente desfavorece su regreso, y mucho menos uno chapucero llevado a cabo como resultado de un decreto judicial». La Casa Blanca y funcionarios de la administración acusan a Ábrego García de ser miembro de una banda criminal, pero no existen cargos ni acusaciones pendientes y sus abogados rechazan la mencionada acusación.