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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dado su primer discurso ante el Senado y la Cámara de Representantes y ha mencionado de entrada tener más logros en los 43 días de su segundo mandato que otros presidentes en ocho años. Además ha retomado el afán de controlar Groenlandia y el Canal de Panamá, y también ha hablado de su agresiva política arancelaria que tiene como fin hacer más rico a EEUU.

"Hemos logrado más en 43 días de lo que la mayoría de las administraciones logran en 4 u 8 años, y apenas estamos comenzando", ha declarado el mandatario, quien ha firmado un número de órdenes ejecutivas sin precedentes desde que asumió el cargo, el pasado 20 de enero. «He ordenado que por cada nueva regulación, se eliminen diez regulaciones antiguas, tal y como hice en mi muy exitoso primer mandato y ahora en este», ha dicho.

Además de alardear de su eficacia a golpe de órdenes ejecutivas, Trump ha retomado en su primera intervención su afán con controlar tierras más allá de sus fronteras. Así ha reiterado su voluntad de controlar el canal de Panamá y el archipiélago de Groenlandia.

«Necesitamos Groenlandia. Creo que lo vamos a conseguir. De una forma u otra, lo vamos a conseguir», ha señalado. Durante su comparecencia, ha dicho que apoya el derecho de la isla -un territorio ártico dependiente de Dinamarca- pero también ha asegurado que le «daría la bienvenida» por motivos de seguridad nacional y para «hacerlos ricos». «Estamos trabajando con todos los involucrados para tratar de conseguirlo», ha reiterado.

Una vez más el mandatario estadounidense ha declarado que quiere «recuperar» el canal de Panamá y ha celebrado que «tenemos a Marco Rubio al mando». «Buena suerte, Marco», ha dicho dirigiéndose al secretario del Departamento de Estado.

Trump ha elogiado al jefe de la diplomacia estadounidense mientras ha bromeado diciendo que «ahora sabemos a quién echarle la culpa si algo sale mal». «Va a hacer un trabajo fantástico», ha zanjado. Entre otras cosas, se ha jactado también de la orden ejecutiva que «rebautiza» al Golfo de México como Golfo de América, una decisión por la que ha llegado a vetar la entrada a la Casa Oval a los medios que no han seguido su mandado.

La nueva política exterior

En su defensa de la nueva política exterior del país, el magnate ha dedicado asimismo unas palabras a la anunciada imposición de aranceles a otros países, asegurando que estos «harán a Estados Unidos rico de nuevo». Las nuevas tasas «tienen como objetivo hacer que Estados Unidos vuelva a ser rico y grande. Y eso está sucediendo, y sucederá bastante rápido», ha señalado.

Sin embargo, ha reconocido que provocarán «algunas pequeñas perturbaciones». «No nos importan. No serán muchas», ha prometido. En esta línea, ha admitido que «puede haber un pequeño período de ajuste» ante la aplicación de aranceles a los productos agrícolas extranjeros, por lo que ha pedido a los agricultores estadounidenses que tengan «paciencia conmigo otra vez».

Así las cosas, ha advertido contra el consumo de productos extranjeros porque «están en una situación muy, muy mala en muchos sentidos. »No se inspeccionan. Pueden estar muy sucios y ser repugnantes cuando llegan y perjudican a nuestros agricultores estadounidenses", ha asegurado.

Estas declaraciones llegan después de que hayan entrado en vigor los aranceles del 25 % a México y Canadá así como el incremento de los aranceles a China del 10 al 20 %. Trump ha anunciado que impondrá aranceles recíprocos a partir del 2 de abril, después de que las autoridades chinas y canadienses hayan anunciado medidas en represalia.

«Otros países han utilizado aranceles contra nosotros durante décadas, y ahora es nuestro turno de empezar a usarlos contra esos otros países. Es recíproco, de ida y vuelta. Lo que nos impongan como impuesto, lo gravaremos», ha indicado, señalando también a la Unión Europea.

Enumerando más órdenes ejecutivas firmadas en los últimos días, ha recordado una que intenta borrar la huella hispana en el país. "Hace dos días, firmé una orden que hace del inglés la lengua oficial de los Estados Unidos de América", ha dicho.

Trump, en conclusión, se ha atribuido también el regreso del «orgullo» y la «confianza» de Estados Unidos: «El sueño americano es imparable», ha remarcado.

Abucheos y un demócrata expulsado

No es técnicamente un discurso del Estado de la Unión porque Trump comenzó su mandato hace un mes y medio. Sin embargo, el magnate se ha llevado los primeros gestos de rechazo desde que juró su cargo en enero. Algunos miembros del Partido Demócrata han interrumpido con abucheos el discurso que el mandatario estadounidense y el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, ha tenido que pedir varias veces orden.

El congresista demócrata Al Green, de 78 años, se ha levantado y sacudido su bastón para replicar a Trump, pero solo ha conseguido ser expulsado por interrumpir al líder republicano. Las legisladoras demócratas han optado por una señal de rechazo más silenciosa y se han presentado vestidas de color rosa .

Trump también ha sido aplaudido por sus aliados como el magnate Elon Musk, que ha escogido para la ocasión un traje y corbata, lejos de su camiseta negra con el lema ‘Tech Support’ (Soporte Técnico) con el que se pasea por la Casa Blanca.