La rehén británico-israelí liberada Emily Damari sostiene un cartel que dice en hebreo "¡la pesadilla ha terminado!". | Reuters

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El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha sido parte activa del importante avance humanitario de estos días, al facilitar la liberación de tres rehenes israelíes retenidos en Gaza por parte de Hamás y el retorno de 90 prisioneros palestinos, quienes han sido trasladados desde Israel hacia los territorios palestinos ocupados. El ingente esfuerzo humanitario supone un rayo de esperanza para muchas familias afectadas por el prolongado conflicto en la región.

Mirjana Spoljaric, presidenta del CICR, manifestó que «nos sentimos aliviados de que las personas liberadas puedan reunirse con sus seres queridos. Garantizar su regreso seguro y brindarles la atención necesaria en este momento crítico es una gran responsabilidad». La operación, descrita como compleja, se llevó a cabo bajo estrictas medidas de seguridad para minimizar los riesgos, con el CICR actuando como un actor neutral entre las partes.

Fuentes de esta organización internacional describen los traslados y sus condiciones de seguridad como un reto formidable, ya que la operación tuvo lugar en medio de multitudes emocionadas y caminos peligrosos debido a las municiones sin detonar en Gaza. El personal del CICR, incluidos médicos, tuvo que estar disponible para proporcionar atención inmediata a los liberados. Esta liberación es tan solo el inicio de un proyecto más amplio que involucra varias fases para reunir a más familias.

El papel del CICR en el conflicto

Actuando como intermediario humanitario neutral, el CICR ha sido una figura clave en este proceso de liberación. «Hacemos un llamamiento a todas las partes para que sigan cumpliendo sus compromisos para garantizar que las próximas operaciones puedan llevarse a cabo de forma segura» agregó Spoljaric. El acuerdo alcanzado también abarca la entrada de asistencia humanitaria esencial a Gaza, donde las condiciones de vida se han deteriorado profundamente por los largos meses de guerra y el bloqueo del Estado hebreo.

Según se ha acordado, se deberá facilitar el acceso a recursos vitales como alimentos, agua potable y medicamentos en la Franja de Gaza, un lugar donde los civiles enfrentan una lucha constante por la supervivencia. El CICR, en coordinación con sus socios de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, está preparado para intensificar su respuesta humanitaria. Esto implica no solo el suministro de elementos de socorro, sino también el apoyo a servicios esenciales como la atención sanitaria, el agua, el saneamiento y la electricidad. Los trabajos para volver a tender la red eléctrica están iniciándose tras el alto el fuego alcanzado entre las partes.

Este acuerdo promete un alivio significativo para las familias separadas por el conflicto, permitiéndoles reunirse finalmente tras largos periodos de incertidumbre. Además, la entrada de asistencia humanitaria pretende mitigar los estragos del aislamiento prolongado en Gaza. Estas operaciones no solo simbolizan el cumplimiento de compromisos por parte de las entidades en conflicto, sino que también refuerzan el derecho humanitario internacional, centrado en la protección de los civiles y la reunificación de familias.