El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. | Evelyn Hockstein

TW
3

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, advirtió este martes de que el alto el fuego sellado con el Líbano, en vigor desde el pasado 27 de noviembre, no es «el fin de la guerra» y que su principal objetivo es reconstruir el norte de Israel y permitir el regreso de los más de 60.000 evacuados.

«Señalo que actualmente estamos en un alto el fuego: un alto el fuego, no el fin de la guerra. Tenemos un objetivo claro: devolver a los residentes y rehabilitar el norte. Estamos aplicando este alto el fuego con mano de hierro, actuando contra cualquier violación ya sea menor o grave», dijo Netanyahu desde la ciudad israelí de Nahariya, apenas a 10 kilómetros de la frontera con Líbano.

El mandatario israelí celebró este martes una reunión especial en esta urbe, donde se reunió con el alcalde Ronan Marli, a quien agradeció su «fuerte liderazgo» durante este año de hostilidades y le prometió el desarrollo de las zonas industriales y la preservación de los beneficios fiscales.

«Señor alcalde, quiero agradecerle por su liderazgo y por la postura firme de los vecinos. No fue fácil. Hubo muchos desafíos, incluidas cuatro personas que fueron asesinadas aquí en la ciudad de Nahariya», dijo, en alusión a cuatro muertos en esta zona en reciente ataques de Hizbulá.

Por otra parte, el mandatario israelí tildó de «grave violación» el ataque ayer de la milicia chií Hizbulá contra una posición militar en el norte de Israel, el primero por su parte desde el inicio de la tregua y al que las tropas israelíes respondieron con una veintena de bombardeos contra el sur del Líbano.

«Estamos comprometidos con un alto el fuego, pero tampoco toleraremos violaciones por parte de la otra parte. También lo digo aquí de la forma más clara: no volveremos a la situación del 6 de octubre. El norte estará tranquilo, el norte prosperará, el norte florecerá», agregó Netanyahu.

Desde la implementación de la tregua, ambas partes se han acusado mutuamente de incumplir el acuerdo, e Israel ha seguido atacando en el sur armamento y supuestos milicianos, amparado bajo la protección de lo pactado con Estados Unidos sobre su derecho a seguir golpeando a la milicia.

Asimismo, este martes también el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, amenazó con una ofensiva contra todo el país, y no sólo centrada en infraestructura y supuestos miembros de Hizbulá, en caso de que la tregua colapse.