El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, visita este lunes la base militar de Golani, junto a la norteña ciudad de Haifa, donde un dron de Hizbulá mató ayer a cuatro soldados israelíes e hirió a otros 67. | Oficina del primer ministro

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El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, comparó este lunes al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, con el dictador nazi Adolf Hitler, y lo llamó «hijo del demonio». Durante un acto en ocasión del 45 aniversario de la Policía de Nicaragua, transmitido en cadena nacional, Ortega también tildó al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, de «hijo de Hitler».

«Es increíble cómo al frente del Gobierno de Israel se encuentra un primer ministro que es hijo del demonio», lanzó el mandatario sandinista. Ortega dijo que compara a Netanyahu con Hitler «porque lleva en la práctica una política de terror» en Medio Oriente.

«Y es Hitler, sí, el primer ministro de Israel es Hitler, allí instalado, llamando a destruir a los pueblos», agregó. El pasado viernes 11 de octubre, el Gobierno sandinista rompió relaciones diplomáticas con Israel, en solidaridad con Palestina y «al cumplirse un año del brutal genocidio que continúa cometiendo el Gobierno fascista y criminal de guerra de Israel en contra del pueblo palestino».

En el comunicado, el Ejecutivo que preside Ortega y su esposa Rosario Murillo indicaron que tomaron esa decisión considerando, además, una resolución de la Asamblea Nacional de Nicaragua (Parlamento), aprobada ese mismo día, «en la cual se condena el continuo genocidio, la crueldad, el odio extremo y el exterminio que ejecuta el Gobierno de Israel».

El Parlamento de Nicaragua pidió el viernes pasado a Ortega que rompiera relaciones con el Gobierno de Israel, al que declaró «enemigo de la humanidad». En su discurso, Ortega recordó que Hitler pensaba que Alemania iba a ganar la Segunda Guerra Mundial, hasta que fue derrotado por la extinta Unión Soviética encabezada por Rusia.

Además, acusó a Estados Unidos y a los países de la Unión Europea (UE) de apoyar y armar a Israel, «creyendo que de esa manera van a derrotar a los pueblos». «Llevan al planeta a una guerra total o sencillamente no les queda más que esperar la derrota», auguró el líder sandinista, quien se encuentra en el poder desde 2007.

Asimismo, Ortega afirmó que celebraba el acto del 45 aniversario de la Policía Nacional «con el corazón lleno de dolor por todo lo que está aconteciendo» en Oriente Medio, principalmente contra el pueblo palestino.

«¡Qué se ponga fin a ese genocidio que se está cometiendo contra el pueblo palestino y las naciones vecinas!», exclamó el mandatario nicaragüense en otra parte de su discurso. Hace un año el Gobierno sandinista se declaró «siempre solidario con la causa palestina» y condenó el «agravamiento» del «terrible» conflicto Israel-Palestina.

Por otro lado, Ortega criticó al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. «Es otro nazi, es otro hijo de Hitler, queriendo comprometer a la OTAN para irse a la guerra contra la Federación de Rusia», señaló. Aseguró que la OTAN está «instalando armamento atómico en lugares sensibles provocando a Rusia, que no se ha dejado provocar, pero tampoco se va a dejar golpear».

Ortega, que volvió a la presidencia en 2007, tras haber coordinado una Junta de Gobierno de 1979 a 1985 y presidir por primera vez el país de 1985 a 1990, es el principal aliado del presidente de Rusia, Vladímir Putin, en Centroamérica, quien ha dicho que Nicaragua es un socio «muy importante» de Rusia en América Latina.

Rusia es un antiguo aliado de Nicaragua que durante el primer régimen sandinista (1979-1990) dotó de armamento soviético a las Fuerzas Armadas nicaragüenses.