Humo en el campo de refugiados de Yenín, en Cisjordania, tras el último ataque aéreo israelí. | Reuters - ALAA BADARNEH

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El Ejército de Israel ha asegurado este viernes haber matado a un alto cargo del brazo armado del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) en la ciudad cisjordana de Yenín, suceso que se ha saldado con tres palestinos muertos y que se enmarca en la operación a gran escala lanzada el miércoles en el norte de Cisjordania, que se ha saldado hasta la fecha con más de 15 palestinos muertos.

Así, ha especificado en un comunicado publicado en su página web que entre los fallecidos figura Uasam Hazem, a quien identifica como «jefe de la organización terrorista Hamás en Yenín» y al que vincula con varios ataques armados y con explosivos contra sus fuerzas de seguridad. El Ejército ha recalcado que sus fuerzas «identificaron un escuadrón terrorista de Hamás» en un vehículo en Yenín, lo que derivó en una operación en la que murió Hazem, quien fue tiroteado por los militares.

Los otros dos ocupantes, Misra Mesharka y Arafat Amer, también miembros del grupo, intentaron huir en el vehículo, que fue bombardeado por un dron. «Mesharka y Amer eran operativos terroristas de Hamás en Yenín que operaban bajo el mando de Hazem y que estuvieron implicados en ataques armados contra asentamientos israelíes», ha manifestado, al tiempo que ha resaltado que «en sus cuerpos fueron hallados fusiles de asalto, pistolas, cargadores, granadas de gas y miles de shekels en fondos para el terrorismo».

Según las informaciones recogidas por la agencia palestina de noticias WAFA, el ataque del dron ha sido perpetrado contra un vehículo en la localidad de Zababdé, situada al sur de Yenín. La Media Luna Roja Palestina ha denunciado que las fuerzas israelíes impiden a sus ambulancias llegar hasta el lugar del suceso para atender a las víctimas. Naciones Unidas criticó el miércoles lo que describe como una «creciente respuesta militar» por parte de Israel en la Cisjordania ocupada y recalcó que estas operaciones «violan el Derecho Internacional y suponen »un riesgo de empeorar una situación ya explosiva«.

Así, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU incidió en que »la violencia entre las fuerzas de seguridad de Israel y palestinos armados en Cisjordania no constituye un conflicto armado según el Derecho Humanitario, por lo que el uso de la fuerza en Cisjordania debe ceñirse a las normas de Derechos Humanos y los estándares aplicables a las operaciones de seguridad«.

»El uso de bombardeos y otras armas y tácticas militares por parte de las fuerzas de seguridad de Israel viola estos estándares y deriva en ejecuciones extrajudiciales y otros asesinatos, así como en la destrucción de viviendas e infraestructura palestina«, remarcó, antes de alertar de que la situación »podría empeorar de forma dramática si las fuerzas de seguridad de Israel siguen usando de forma sistemática la fuerza letal e ignorando la violencia perpetrada por los colonos".

Las operaciones del Ejército de Israel y los ataques de colonos israelíes en Cisjordania y en Jerusalén Este han dejado más de 660 palestinos muertos desde que este tipo de acciones se hayan incrementado desde el pasado 7 de octubre, cuando el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y otras facciones palestinas perpetraron un asalto contra territorio israelí que dejó unos 1.200 muertos y cerca de 240 secuestrados. El Ejército israelí lanzó además una ofensiva militar a gran escala contra la Franja de Gaza en respuesta a estos ataques que deja hasta la fecha más de 40.600 palestinos muertos y cerca de 94.000 heridos, según el último balance facilitado por las autoridades del enclave, controlado por Hamás.