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¿Te imaginas que una inteligencia artificial impulsada por ChatGPT sea candidata a ser alcalde de una capital de un estado de EE. UU.? Pues esto es lo que se va a vivir en Cheyenne, la capital del estado de Wyoming en el país americano.

Bautizado con el nombre de VIC, su creador sostiene que el bot tiene mejores ideas, así como un mejor conocimiento de la ley, que muchas personas que trabajan actualmente en el gobierno. De ser elegido podría suponer un antes y un después en la historia.

El chatbot impulsado por ChatGPT que puede ser alcalde en Estados Unidos: así es VIC

VIC viene de Virtual Integrated Citizen, que en español significa Ciudadano Virtual Integrado. Es una inteligencia artificial impulsada por ChatGPT 4.0 y su creador afirma que tiene un coeficiente intelectual de 155. De ser elegido tendría a su creador como un asistente humano, pero todas las decisiones las tomará el chatbot. Para ello, Miller será quien lo alimente con los datos relevantes para la toma de decisiones.

Lógicamente, esto ha traído controversia y el secretario de estado en Wyoming, Chuck Gray, inició una investigación para evaluar si un chatbot podía presentarse como candidato, denunciando que no era legal. Gray envió una carta al secretario del condado remarcando que cualquiera que se postule para un cargo debe ser un votante calificado, por lo que tiene que ser una persona real y un bot de inteligencia artificial no lo es.

Pese a esto, el oficial del condado de Laramie (al que pertenece Cheyenne) confirmó que la candidatura era aceptada, aunque en la papeleta tenía que figurar el nombre de Víctor Miller y no el de VIC. El secretario de extremo Wyoming no fue el único el quejarse, ya que incluso desde OpenAI, los creadores ChatGPT, bloquearon la cuenta de X de VIC, aunque Miller creo otra.

Veremos a ver qué resultados obtiene en las votaciones, aunque teniendo en cuenta todavía no llega a 200 seguidores en su cuenta de X parece difícil que pueda obtener un resultado convincente, aparte de que resulta una idea demasiado optimista. Esto se podría comparar con el caso del bot Steve que intentó postular para el Parlamento de Brighton, pero como se podía esperar, su fracaso fue notorio.