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El aeropuerto de Frankfurt, el más transitado de Alemania, ha reanudado sus operaciones este jueves por la mañana después de que la protesta de activistas climáticos contra el uso del petróleo obligara a suspender las operaciones temporalmente. Algunos manifestantes han llegado a pegarse a las pistas. Antes de las 10.00 de la mañana los aviones han podido despegar y aterrizar nuevamente, según han informado fuentes aeroportuarias, que sin embargo recomiendan a los pasajeros que verifiquen el estado de su vuelo antes de partir hacia el aeropuerto. Un portavoz ha informado de 140 vuelos de distintas compañías cancelados, los retrasos se suceden a las puertas del último fin de semana de julio y al menos ocho personas han sido detenidas.

Las escenas de pasajeros acumulándose en las terminales se han sucedido. La acción no solo se ha producido en este importante aeródromo, uno de los que acumulan más tráfico aéreo en Europa, sino que otros aeropuertos han vivido también protestas de activistas climáticos en las últimas horas. De este modo los activistas climáticos de Última Generación, que quieren que el gobierno alemán busque un acuerdo global para abandonar el petróleo, el gas y el carbón para 2030, han enumerado varios países de Europa y América del Norte donde se planean interrupciones similares como parte de una campaña de protesta que comenzó este pasado miércoles.

En Noruega, una docena de activistas bloquearon una parte de la zona de facturación del aeropuerto de Oslo, pero en esa ocasión no se tradujo en interrupciones de los vuelos con origen y destino a la capital noruega, según fuentes gubernamentales. El aeropuerto alemán de Colonia-Bonn, el sexto más grande del país, suspendió los vuelos durante varias horas en la misma operación señalada en Frankfurt. A su vez, las autoridades frustraron acciones similares en otros aeropuertos del continente europeo.

En un comunicado los activistas informan que seis manifestantes atravesaron una valla y llegaron a varios puntos alrededor de las pistas del aeropuerto de Frankfurt con carteles en los que se leía «El petróleo mata». Las imágenes publicadas por el grupo mostraban a manifestantes con chalecos de seguridad de color naranja y las manos pegadas a la pista. Entre tanto, la ministra del Interior alemana, Nancy Faeser, cuyo ministerio quiere castigar el acceso no autorizado a los aeropuertos con hasta dos años de cárcel, calificó la acción de «peligrosa, tonta y criminal».