Biden conversa con el secretario general de la OTAN en Washington. | Reuters - Ken Cedeno

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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se enfrentó el miércoles a nuevas dudas sobre sus posibilidades de reelección por parte de Nancy Pelosi y George Clooney, dos pesos pesados en la opinión pública que podrían influir en parlamentarios demócratas y donantes financieros, y de dos demócratas del Senado. Biden debe decidir rápidamente si se mantiene en la carrera por la Casa Blanca en 2024, dijo en MSNBC la expresidenta de la Cámara de Representantes Pelosi, tradicional aliada de Biden.

Asimismo, Pelosi rehusó decir de manera clara que quería que Biden se presentara. La estrella de Hollywood Clooney, un demócrata que fue coanfitrión de una recaudación de fondos llena de estrellas para Biden el mes pasado, retiró su apoyo con un artículo de opinión condenatorio en el New York Times diciendo que Biden no era el mismo hombre que en 2020. El líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, por su parte, ha señalado en privado que está abierto a un candidato demócrata que no sea Biden, según Axios. Schumer, sin embargo, reiteró su apoyo a Biden en un comunicado público tras el informe de Axios. El senador Peter Welch pidió a Biden que se retire en un artículo de opinión publicado a última hora del miércoles, siendo el primer senador demócrata en pedir explícitamente al presidente que se eche a un lado. Un importante donante dijo que los dirigentes demócratas habían indicado que harían declaraciones de preocupación después de la cumbre de la OTAN, pero no mencionó a Schumer por su nombre.

«Va a ser un baño de sangre», dijo la fuente, citando el creciente enfado entre parlamentarios y los donantes, así como la creciente presión sobre los candidatos. La campaña Abandon Biden («Abandona, Biden», en español), que se ha opuesto a la candidatura de Biden por su gestión de la guerra entre Israel y Gaza, instó el miércoles a todos los estadounidenses a pedir que Biden se haga a un lado, aunque dijo que tampoco se hace ilusiones sobre Trump y su «cultura del odio». Las declaraciones de Pelosi, que hizo caso omiso de la reiterada insistencia de Biden en que se mantiene en la carrera, parecían ser el presagio de una nueva oleada de llamamientos de compañeros demócratas para que abandone la carrera.

Durante casi dos semanas, Biden, de 81 años, ha tratado de frenar las deserciones de parlamentarios demócratas, donantes y otros aliados preocupados por la posibilidad de perder la votación del 5 de noviembre frente al republicano Donald Trump, de 78 años, tras su titubeante actuación en el debate del 27 de junio. El presidente ha dicho que tuvo una mala noche en el debate, insistiendo en que seguirá en la carrera y derrotará a Trump. Pelosi dijo en MSNBC que estaba animando a sus colegas en el Capitolio con preocupaciones sobre Biden a abstenerse de airearlas mientras recibe a los dirigentes de la OTAN en Washington esta semana. «Les he dicho a todos: vamos a abstenernos. Lo que sea que estés pensando, díselo a alguien en privado, pero no tienes que ponerlo sobre la mesa hasta que veamos cómo nos va esta semana», dijo, describiendo los contundentes comentarios de Biden en la cumbre de la OTAN el martes como «espectaculares». Se negó a decir definitivamente que quería que Biden se presentara.

«Quiero que haga lo que decida», dijo. «Todos le animamos a que tome esa decisión porque el tiempo apremia». La jefa de la campaña de Biden, Jen O'Malley Dillon, y los asesores principales Mike Donilon y Steve Ricchetti informarán a los demócratas del Senado en un almuerzo el jueves, dijo la campaña de Biden. Cuando se le pidió que comentara las declaraciones de Pelosi y el artículo de Clooney, la campaña de Biden se remitió a una carta que envió a los demócratas del Congreso en la que decía que estaba «firmemente comprometido» a seguir en la carrera y derrotar a Trump. Preguntado en la cumbre de la OTAN si seguía contando con el apoyo de Pelosi, Biden respondió levantando un puño triunfante. Otros demócratas coincidieron con Pelosi el miércoles, sin embargo, sugiriendo que los esfuerzos de Biden para sofocar la disidencia dentro de su partido no habían tenido éxito. El senador demócrata Richard Blumenthal dijo estar «profundamente preocupado» por la capacidad de Biden para ganar la carrera.

En Dallas, la vicepresidenta Kamala Harris, favorita del partido para sustituir a Biden si este se apartara como candidato demócrata, habló ante un grupo de unas 19.000 personas en un acto de la hermandad negra Alpha Kappa Alpha. Las elecciones son las más «existenciales» y trascendentales de sus vidas, dijo Harris a una multitud que coreaba «¡Cuatro años más!». En su artículo de opinión, Clooney escribió: «Es devastador decirlo, pero el Joe Biden con el que estuve hace tres semanas en la recaudación de fondos no era el Joe Biden del 'Esto es la hostia' ('big F-ing deal', comentarios de Biden a su predecesor Barack Obama cuando este firmó una histórica reforma sanitaria) de 2010. Ni siquiera era el Joe Biden de 2020. Era el mismo hombre que todos presenciamos en el debate», escribió Clooney.

«No vamos a ganar en noviembre con este presidente. Además, no ganaremos la Cámara y perderemos el Senado». Los demócratas del Congreso siguen profundamente divididos sobre si alinearse con Biden o instarle a que se aparte debido a las persistentes dudas sobre su salud y agudeza. El representante estadounidense Earl Blumenauer se convirtió el miércoles en el noveno miembro demócrata de la Cámara de Representantes que pide al presidente que ponga fin a su campaña de reelección. Las deserciones públicas siguen siendo un pequeño segmento de los 213 miembros de la Cámara alineados con los demócratas y la dirección del partido ha seguido respaldando públicamente a Biden.

Ningún demócrata del Senado había roto filas hasta el artículo de opinión de Welch el miércoles, aunque el senador Michael Bennet, de Colorado, dijo el martes que no creía que Biden pudiera vencer a Trump. Biden, deseoso de cambiar la narrativa, se ha rodeado de comunidades de sus más firmes partidarios, incluidos parlamentarios y votantes demócratas negros. Su campaña ha enmarcado la adhesión a Biden como una devolución de la lealtad que les ha mostrado a lo largo de su medio siglo de vida pública. Biden fue recibido con un estruendoso aplauso cuando se reunió el miércoles con un grupo de líderes sindicales, una parte importante de su base política, uniéndose a una reunión del consejo ejecutivo de la AFL-CIO en Washington para discutir «su compromiso compartido para derrotar a Donald Trump», dijo la campaña de Biden. Biden enumeró los elevados alquileres, los comestibles caros y la falta de vivienda como problemas a los que hacer frente en el futuro. Los votos de los trabajadores ayudaron a Biden a derrotar a Trump en estados reñidos, como Míchigan, Nevada y Pensilvania, en 2020.