El representante de la Autoridad Nacional Palestina y la ministra alemana de Asuntos Exteriores. | Reuters - CLEMENS BILAN

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La ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, instó antes de comenzar su viaje de dos días a Israel a un alto el fuego en la Franja de Gaza, al tiempo que advirtió de nuevo de que una ofensiva terrestre en Rafah contra la organización terrorista Hamás empeoraría aún más la situación humanitaria de los gazatíes. «Gaza está al borde del colapso. En Rafah, 1,3 millones de personas aguantan en las condiciones más terribles en un espacio muy reducido», dijo, y recordó que muchas de ellas siguieron las órdenes de evacuación de Israel y huyeron al sur de las zonas de combate en el norte de Gaza.

Advirtió de que «en estas condiciones, una ofensiva del Ejército israelí sobre Rafah empeoraría por completo la situación humanitaria», porque la gente en esa ciudad «no puede simplemente disolverse en el aire». «Necesitan lugares seguros y corredores seguros para evitar quedar aún más atrapados en el fuego cruzado. Necesitan más ayuda humanitaria. Y necesitan un alto el fuego», instó.

Subrayó que el terror de Hamás no sólo ha provocado un sufrimiento inconmensurable a Israel, sino también a la población de Gaza, donde la situación humanitaria es «más dramática cada hora que pasa». «Si los terroristas de Hamás tuvieran sólo una pizca de compasión por las mujeres, hombres y niños palestinos que sufren los combates en Gaza, depondrían las armas inmediatamente. En lugar de ello, los terroristas siguen escondiéndose detrás de la población civil», denunció.

Recordó que Israel sigue defendiéndose más de cuatro meses después del bárbaro ataque de Hamás y que más de 120 rehenes siguen en manos de la organización terrorista. Baerbock precisó que durante sus conversaciones en Israel, hablará de cómo se puede aliviar el sufrimiento humanitario y, al mismo tiempo, cómo se puede lograr la liberación de los rehenes. Subrayó la urgencia de que llegue a Gaza mucha más ayuda humanitaria para que la población no pase hambre y muera de sed, lo cual, agregó, requiere asimismo garantías de protección para las organizaciones de la ONU.

«Al mismo tiempo, se trata de ver cómo se puede aumentar la presión internacional sobre Hamás para que los terroristas depongan definitivamente las armas», añadió. Baerbock subrayó la necesidad de «restablecer la esperanza de una vida en paz y seguridad en dos Estados, uno al lado del otro, a pesar de la terrible experiencia de destrucción y muerte en estos momentos», lo que también tiene previsto abordar en sus conversaciones en Israel, dijo.

La ministra recibió el martes en Berlín a su homólogo palestino, Riyad al Maliki, y ambos expresaron en una rueda de prensa conjunta su preocupación por la anunciada ofensiva terrestre israelí en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, y subrayaron la importancia de garantizar corredores para la población civil. Baerbock insistió entonces en el derecho a la autodefensa de Israel, como todos los países, ante el terrorismo, lo cual, añadió, «no incluye la expulsión» de la población.