Imagen de la zona atacada.

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Cerca de medio centenar de personas han muerto este jueves como consecuencia de un nuevo ataque ruso sobre la ciudad de Kupiansk, en la región ucraniana de Járkov. «Un crimen brutal», ha lamentado el presidente, Volodímir Zelenski.

De acuerdo con el presidente ucraniano al menos 48 personas han muerto, aunque el jefe de la Oficina de la Presidencia, Andrei Yermak, ha elevado a 49 el número de víctimas mortales.

Zelenski ha contado en su cuenta de Telegram que el ataque ha alcanzado una tienda de comestibles en Kupiansk y lo ha calificado de «acto de terrorismo completamente deliberado».

«Hay que detener el terrorismo ruso. Todos aquellos que ayudan a Rusia a eludir las sanciones son criminales. Todos los que hasta ahora apoyan a Rusia apoyan el mal. Rusia necesita este y otros ataques terroristas similares para hacer de su agresión genocida la nueva norma para todo el mundo», ha denunciado.

«¡Agradezco a cada líder, a cada nación que nos apoya en la protección de la vida!», ha señalado el presidente ucraniano, quien ha mandado su pésame a los familiares de los fallecidos y los heridos, entre los que se encuentran menores de edad, según ha contado en su Yermak en su Telegram.