Un ejemplar que se antoja un éxito de ventas y que esconde grandes verdades ocultas de lo que se vive en los pasillos del estado pontificio. El miedo dentro del papado emerge a medida que pasan los días y ya han salido surgido diferentes enfados a raíz de la entrevista en la que criticó la medida del Papa Francisco sobre la limitación de las misas en latín que había potenciado Ratzinger. De otro modo, la tensión generada en el Vaticano nace de las posibles confesiones sobre la mala relación entre emérito y Papa, a pesar de los intentos de blanquear una convivencia que se ha ido degradando en el tiempo.
Entre todas las tensiones que se desvelan a través de las páginas del libro, se deslumbra la falta de confianza de Francisco con Benedicto en los últimos años, la revocación del cargo de de jefe de la prefectura de la Casa Pontificia, un cargo que había mantenido durante los primeros siete años del pontificado de Jorge Mario Bergoglio.
En otro orden de cosas, Georg Gänswein también critica ferozmente la oportunidad que dio en 2020 de volver a casarse a los divorciados dependiendo del caso. Un tema que pusieron sobre la palestra los opositores ultraconservadores de Francisco.
La gran pregunta actual es saber el rol que tendrá Gänswein tras el fallecimiento de Benedicto XVI. Francisco tuvo una reunión con el Arzobispo a expensas de la publicación del libro y se espera que se valoren positivamente los años de servicio con el emérito, aunque no se descarta que le pueda castigar por la falta de discreción y hablar demasiado pronto.
Son muchos los sectores que han criticado su entrevista. «Hubiera sido mejor permanecer en silencio. Ahora no es el momento para esas cosas», decía el pasado domingo el cardenal Walter Kasper al diario La Repubblica. En una de sus últimas intervenciones, en el Ángelus del domingo en la plaza de San Pedro, Francisco parecía que quería hacer notar su enfado y mandar un aviso suave, pero con una intencionalidad bien marcada: «El chismorreo es un arma letal: mata, mata el amor, mata la sociedad, mata la fraternidad. Preguntémonos: ¿soy una persona que divide o una persona que comparte?».
9 comentarios
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AuraPues a mí, ni uno ni el otro. Ratzinger, si de verdad miró hacia otro lado ante los casos de pederastia en el clero. Francisco, porque es un partidario de la leyenda negra antiespañola, cuando, si no hubiera sido por la conquista y la evangelización españolas, Sudamérica hoy no sería la cuna de muchos católicos y una cantera de vocaciones religiosas.
Jesús vivía en la pobreza, nació y vivió pobre, sus respectivos representantes viven en la riqueza , piden a los pobres para dárselo a los ricos al contrario que Jesús
Vaya, con la agradable sorpresa por parte de U.H. que ha renovado fotos y artículos de los tiempos de Gutenberg . . . pero sin embargo me ha censurado mi comentario, en el que yo me quejaba por la cansada y abusiva repetición de los mismos, así como en la facilidad casi infantil , con que se titulan algunos titulares.
,,, los cimientos del vaticano se escandalizan por los chanchullos económicos, la corrupción y las rencillas de patio de colegio del clero... pero no ocurre nada por los terribles abusos a menores... pasó casi sin pena ni gloria, bajo una mirada displicente de indiferencia general..
Entre Benedicto y Francisco, sin dudar, prefiero a ese último. Lamentando no le dejen hacer los cambios necesarios para modernizar la Iglesia. En cuanto a volver a las misas en latín del primero, sería acabar con los feligreses que quedan. Otra cosa es que dejando de lado el latín, Europa perdió una lengua que, aunque culta, se hablaba en todos los estados. Se perdió la ocasión de una lengua única.
No se entiende porque tienen que vivir con tanto lujo….. con todo lo que pasa en el mundo…… hambre,sed, gente sin viviendas,guerras………
Lo que haga el secretario es simplemente ORDEN de Benedicto...
Els passadissos del Vaticà han de ser una cosa fascinant, ho miris per on ho miris.
El Vaticano, viviendo a todo lujo mientras hay paises en los que los niños literalmente se mueren de hambre