Desafortunadamente, a día de hoy el mundo se ha convertido en un lugar tan impredecible que no podemos confiar en nadie, por lo que tenemos que cuidar nuestra propia seguridad, ha manifestado en una entrevista concedida al diario ruso 'Izvestia'. En este sentido, Makei ha recordado que el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, ha subrayado que «hay que proteger al pueblo y garantizar que el invasor no pone el pie en un metro de nuestra tierra», antes de hacer hincapié en que «en la situación actual, ni una sola señal de este tipo debe quedar sin una respuesta adecuada». «Las Fuerzas Armadas de Bielorrusia, las agencias de seguridad y los servicios especiales están preparados para repeler cualquier provocación que pueda surgir de los países vecinos», ha explicado el ministro de Exteriores bielorruso, que ha defendido que las autoridades «siempre han creído que sólo las negociaciones pueden solucionar una situación compleja, tensa y proclive al conflicto como la que existe en Ucrania». «Toda confrontación termina en la mesa de negociaciones, es un axioma diplomático. Los acontecimientos en Ucrania terminarán de la misma forma», ha argumentado, si bien ha desvelado que, «colegas de algunos países europeos« le trasladaron recientemente en Nueva York que »la cúpula de Ucrania ha recibido la orden clara de no negociar con la cúpula de Rusia».
De esta forma, ha señalado que la «orden» implica evitar negociaciones en Bielorrusia y Turquía, que hasta ahora han acogido varias rondas de contactos. «Hubo comunicados de algunos colegas europeos, trasladados en gran secreto, ordenando a Zelenski, que haga esto», ha dicho, antes de agregar que «no nombrará a los países». «Sólo puedo decir que cada vez, tras cada ronda (de conversaciones), la delegación gubernamental nos decía que había claros avances y que continuarían tras regresar a casa, pero luego había problemas y dificultades adicionales, que no podrían tener lugar, creo, sin influencia de algún asesor externo. En consecuencia, las negociaciones tenían que empezar, no de cero, pero desde algunas posiciones iniciales», ha lamentado. «Estoy totalmente convencido de que la falta de independencia de la cúpula ucraniana es uno de los motivos de la continuación del conflicto en Ucrania», ha reseñado.
«Desafortunadamente, no veo voluntad política, al menos por parte de Ucrania. Soy pesimista y creo que sólo el deterioro de la situación en el país puede empujar a una solución», ha zanjado. Las palabras de Makei llegan un día después de que el jefe del Consejo de Seguridad de Bielorrusia, Alexander Volfovich, asegurara que Minsk únicamente entrará en guerra si se produce una violación de su frontera. «Bielorrusia, como dijo el presidente, no entrará en la guerra ni presentará reclamaciones excepto si se viola nuestra frontera estatal».
En este caso nos defenderemos, recalcó, al tiempo que acusó a la comunidad internacional de tratar de «involucrar al país en un conflicto militar» al sugerir una posible implicación. Esta semana, Lukashenko informó de que Minsk recibió por canales extraoficiales el aviso de un posible ataque desde Ucrania y calificó de »locura« este tipo de movimientos por considerar que «lo último que necesita Ucrania es un nuevo frente abierto en el norte». No obstante, advirtió de que se producirá una respuesta «contundente» en caso de ataque y recordó que Moscú y Minsk ya han procedido al despliegue de contingentes conjuntos ante el aumento de la tensión en las fronteras occidentales.
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