Imagen de archivo de dos cazas rusos SU-30 SM durante unas maniobras militares. | Efe

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Más de 60 cazas y cazabombarderos rusos participan en unos ejercicios de lanzamientos de misiles en el sur de Rusia, en la península de Crimea, anexionada en 2014, y las regiones de Rostov y Krasnodar, próximas a Ucrania, informó la oficina de prensa de la circunscripción militar rusa Sur. Las agrupaciones aéreas de la circunscripción militar Sur y de la Flota del mar Negro, se trasladan a aeródromos operativos y ensayan ataques con misiles a la «mayor distancia posible», señaló el parte castrense citado por la agencia Interfax.

En los ejercicios participan cazas Su-27SM y Su-30SM2, así como cazabombarderos SU-34. Además, las unidades aéreas ensayarán acciones para proteger los aeródromos de ataques de un supuesto enemigo. Con anterioridad, se informó de que más de 6.000 militares de la circurcripción militar Sur habían sido puestos en estado de alerta en el marco de un ejercicio para verificar la capacidad combativa de las unidades.

Estos ejercicios aéreos coinciden con la escalada de las tensiones por la situación en torno a Ucrania, junto a cuyas fronteras, según el Gobierno de Kiev, respaldado por Occidente, Rusia ha concentrado ya más de 100.000 soldados. El pasado mes de diciembre el Kremlin puso encima de la mesa la condición indispensable de que la OTAN no extienda sus dominios hacia más al este, incluyendo así a Ucrania, territorio que en los últimos años ha pedido insistentemente su incorporación al Tratado Atlántico Norte. En cambio Rusia ha manifestado últimamente que no tiene intenciones de atacar a Ucrania, y ha puesto énfasis en que todos los movimientos de tropas y actividades militares se dan dentro de su propio territorio y por tanto constituyen un asunto soberano.

'Lista negra' de opositores

Por otra parte, el encarcelado crítico del Kremlin Alexei Navalny y un puñado de sus aliados fueron incluidos este martes en una lista oficial de «terroristas y extremistas», la última de una serie de medidas de las autoridades rusas para acabar con su oposición al presidente Vladímir Putin. Asimismo, las agencias de noticias informaron por separado que el servicio penitenciario federal exigió que el hermano de Navalny, Oleg, sea condenado a una pena de cárcel real en lugar de la condena de un año con suspensión de pena que se le impuso el año pasado.

Navalny, un activista anticorrupción y una piedra en el zapato de Putin durante la última década, sobrevivió a un envenenamiento con un agente nervioso en 2020 y fue encarcelado el año pasado por violaciones de la libertad condicional relacionadas con un caso de fraude anterior que él dice que fue inventado. Su red política fue prohibida como «extremista» el año pasado.

La inclusión en la lista de «terroristas» por parte del servicio estatal de control financiero significa que Navalny y los miembros de su equipo están sujetos a límites en las transacciones bancarias y tienen que pedir autorización cada vez que quieran utilizar sus cuentas. El jefe de gabinete de Navalny, Leonid Volkov, dijo en Facebook: «Estoy orgulloso de trabajar en nuestro magnífico equipo de 'extremistas y terroristas'. Al devaluar el significado de las palabras y darle la vuelta a su significado, el Kremlin está cavando un agujero más profundo para sí mismo. Está haciendo todo lo posible para que los que todavía creen en Putin dejen de creerle».

Lyubov Sobol, uno de los rostros del popular canal de YouTube de Navalny, declaró a la radio Ekho Moskvy que Putin estaba declarando terrorista a cualquiera que no le guste. Sobol fue añadida a la lista el martes, y Volkov a principios de mes. Ambos forman parte de un grupo de importantes aliados de Navalny que huyó de Rusia para evitar su detención. El hermano de Navalny, Oleg, fue condenado a un año de prisión en suspenso en agosto. Formaba parte de un grupo de personas acusadas de incitar a la gente a infringir las restricciones por el COVID-19 asistiendo a protestas no autorizadas en enero de 2021.