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Al menos 5 supuestos milicianos progubernamentales apoyados por Irán han muerto y otros han resultado heridos en bombardeos ejecutados por Estados Unidos en la frontera entre Siria e Irak, según ha recogido este lunes el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.

El organismo, con sede en Londres e informantes en el país, ha indicado que el ataque aéreo ha alcanzado objetivos de las Fuerzas de Movilización Popular (FMP) --una coalición de milicias progubernamentales iraquíes-- en la zona fronteriza con Irak y dentro del territorio del país.

El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha confirmado este domingo un ataque aéreo en la frontera entre Siria e Irak de las fuerzas estadounidenses contra infraestructuras utilizadas por las milicias apoyadas por Irán, «por orden del presidente», Joe Biden.

Según ha informado el portavoz del Pentágono, John Kirby, a través de un comunicado, esta acción se debe a que «estas instalaciones son utilizadas por milicias respaldadas por Irán que tenían planeado ataques contra personal e instalaciones estadounidenses en Irak».

Así, el ataque ha destruido «instalaciones operativas y de almacenamiento de armas en dos lugares en Siria y un lugar en Irak, ambos cerca de la frontera entre esos países» que «eran utilizadas por milicias como Kataeb Hezbolá y Kait'ib Sayyid al-Shuhada (KSS), también conocida como Batallón Sayyid de los Mártires.

«Dada la serie de ataques en curso de grupos respaldados por Irán contra los intereses estadounidenses en Irak, el presidente dirigió nuevas acciones militares para interrumpir y disuadir tales ataques», ha incidido Kirby y ha calificado esta medida como «necesaria, apropiada y deliberada para limitar el riesgo de escalada» así como para «enviar un mensaje disuasorio, claro e inequívoco».

Asimismo, ha justificado que Estados Unidos ha actuado «de conformidad con su derecho a la legítima defensa» y ha recalcado que este ataque ha tenido «un alcance limitidado». «Estamos en Irak por invitación del Gobierno de Irak con el único propósito de ayudar a las fuerzas militares iraquíes en sus esfuerzos para derrotar a Estado Islámico», ha zanjado.

Se trata de un nuevo ataque militar en el extranjero autorizado por Biden después de que en febrero de este año, autorizase por primera vez un bombardeo en el este de Siria, en el que al menos 22 supuestos milicianos progubernamentales apoyados por Irán murieron, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.

La relación entre Estados Unidos e Irán atraviesa una etapa crítica, ante una posible negociación de vuelta al pacto nuclear, que Estados Unidos abandonó unilateralmente en 2018 bajo la Administración de Donald Trump, y en el contexto del creciente miedo de las naciones occidentales de las capacidades de Irán para producir armas nucleares.