Durante la inauguración de la Cumbre de Líderes sobre el Clima, impulsada por el mandatario norteamericano, Biden ha señalado que Estados Unidos es responsable de «menos» del 15 por ciento de las emisiones de GEI del planeta pero «ningún» país puede solucionar este problema global por sí solo, sino que «todas» las economías han de tomar acción.
Así, ha garantizado que Estados Unidos está comprometido para lograr al final de esta década una nación más limpia, prospera y sana y que beneficie al planeta. «Corramos esta carrera, hagamos que el futuro sea más sostenible», ha apelado a los líderes y a los jóvenes, a quienes se ha dirigido para asegurarles que los Gobiernos están «listos» para afrontar el desafío de proporcionar un mejor clima y mejor futuro.
Pero Biden ha añadido que cuando habla de clima «lo primero» que piensa es en trabajos por lo que ha destacado la «gran inversión» de su país porque observa el «gran potencial» que presenta la acción climática frente a los costes de la inacción que aumentan cada vez más. «Estados Unidos no está esperando. Estamos listos para iniciar la acción», ha defendido.
Asimismo, ha declarado que esta década es «clave» para luchar las peores consecuencias del cambio climático que están «destrozando» ya las comunidades. «Esta realidad es innegable y tenemos que tomar acción», ha apostillado Biden, que ha dicho que esta reunión es el primer paso para preparar la Cumbre del Clima de la ONU (COP26) que se celebrará en noviembre en Glasgow (Reino Unido).
«Esta es una obligación moral y económica. Debemos ver todas las posibilidades. Nos queda poco tiempo, pero yo creo que sí lo vamos a lograr», ha alentado durante su intervención.
En la misma línea de llamar a elevar la ambición climática, el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha reclamado un «planeta verde» porque en la actualidad la tierra está «al borde del abismo». Por ello, ha pedido a los países que establezcan un compromiso de cero emisiones en cada Gobierno, empresa, región o ciudad.
En el contexto de la pandemia, ha incidido en que el gasto para revertir la crisis provocada por la COVID-19 se deberá emplear en mejorar la mitigación porque los Estados están «tomando el dinero de las generaciones futuras» y por ello se debe lograr un mundo más seguro.
Guterres ha precisado que se deberán dar subsidios e inversiones en infraestructuras que dejen atrás la financiación al carbón para que entre 2030 y 2040 los países logren esta transición y ha incidido en la responsabilidad de los países más ricos para facilitar la inversión a los menos desarrollados.
En la cumbre, celebrada de manera virtual, ha participado también presidente de China, Xi Jiping, quien ha expresado el compromiso de su país con el crecimiento de la armonía con la naturaleza a través de una gobernanza sistémica a través del «multilateralismo», con el que se debe cumplir con la justicia y con los objetivos internacionales asumidos.
No obstante, ha instado a que el compromiso vaya de acuerdo con las responsabilidades comunes pero diferenciadas, algo que para Xi es «la piedra angular de la gobernanza global» en la que los países desarrollados deben aumentara su ambición y tener en cuenta las dificultades de los países en desarrollo.
En ese contexto, ha recordado que China ha fijado llegar a su tope de emisiones en 2030 y después la neutralidad climática en 2060. «Nos hemos comprometido en un plazo mucho más corto que el que se podría dar en otros países», ha recordado.
India exige un cambio de vida profundo
Desde India, el primer ministro Narendra Modi, ha pedido acciones concretas a escala global y ha anunciado un acuerdo con Estados Unidos para lanzar una agenda de energía limpia para 2030 bilateral por la que se movilizarán inversiones y programas de cooperación conjunta.
No obstante, ha apuntalado que la huella de carbono de India es un 60 por ciento inferior a la media global debido al estilo de vida «aún arraigado en prácticas sostenibles» de su población y ha recalcado, en ese sentido, la «importancia de un cambio de estilo de vida global por la repercusión que tienen en la acción climática». «Las filosfías rectoras de regresar a lo básico deben ser una estrategia en la época pos-covid», ha concluido.
A continuación, el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, ha expuesto los objetivos de su país y ha destacado que como «anfitriones» de la COP26 quieren ver «compromisos ambiciosos de todos los países, pequeños y grandes». La cuestión -ha dicho- va de empleo y crecimiento y confía en que el planeta podrá ser «mejor» después de esta pandemia si la reconstrucción es verde. «Vamos a aprovechar para que esta década sea un momento de cambio decisivo en la lucha contra el cambio climático y hagámoslo juntos», ha concluido.
Yoshihide Suga, el primer ministro de Japón ha expuesto el objetivo de reducir un 46 por ciento las emisiones en 2030 comparado con 2013 y lograr las emisiones netas cero en 2050, lo que supone aumentar sus anteriores contribuciones manifestadas en un 70 por ciento. Pero ha coincidido en que la descarbonización no se puede lograr con el esfuerzo de un solo país sino creando «olas globales de objetivos ambiciosos» en este foro de líderes que suman el 80 por ciento de las emisiones globales.
Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, ha confesado que es «una alegría ver que Estados Unidos está de vuelta porque el mundo necesita de su contribución si quiere lograr objetivos ambiciosos» y ha celebrado el compromiso anunciado por Biden de cara a 2030 porque que supone un «mensaje claro a la comunidad internacional» en esta «tarea hercúlea que va a lograr la transformación total».
La canciller se ha referido también a la importancia de proteger el 30 por ciento de la superficie terrestre y marina de aquí a 2030, mejorar la solidaridad con los países en desarrollo, cumpliendo con la movilización prometida de 100.000 millones de dólares e incluso elevar esta contribución.
En cuanto a Francia, su presidente Emanuel Macron, ha garantizado que su país «cumplirá» pero ha reclamado la necesidad de regular este año el precio del carbono fundamental para avanzar en la descarbonización así como en la justicia climática a través de una acción ambiental creíble y sostenible.
En su turno, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha expresado que la conversación de este jueves «demuestra cuánto compartimos todos esta preocupación global y el interés en redoblar el esfuerzo internacional».
Por último, Putin ha señalado su prioridad de reducir sus emisiones en 2050 «de forma significativa» tras haberlas rebajado ya a la mitad respecto a 1990. En ese sentido, ha mencionado que la cuestión no solo pasa por aminorar las emisiones sino también en absorber el CO2 que ya se ha ido acumulando en la atmósfera y ha puesto el foco en la importancia de rebajar, al menos a la mitad en 2050 el metano actual. El mandatario ruso ha concluido haciendo una defensa del multilateralismo y la cooperación internacional para buscar soluciones a los desafíos climáticos.
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