Durante su intervención, Trump ha asegurado que es «un honor» reunirse con Kim tras «la muy exitosa» primera cumbre que ambos mantuvieron en junio pasado en Singapur. «Ambos estamos muy satisfechos con lo que hemos hecho», ha defendido, en respuesta a quienes han puesto en tela de juicio los avances logrados en los últimos meses y el resultado del primer encuentro y a los que «les gustaría que las cosas fueran más rápido».
En este sentido, Kim ha reconocido que en estos meses ha habido «algunos malentendidos» pero también «hostilidad» exterior, pese a lo cual ha sido posible «superar los obstáculos» para que pueda celebrarse una segunda cumbre.
Así, el líder norcoreano ha expresado su confianza en que «habrá un excelente resultado que todo el mundo celebre» al término de esta cumbre, que ha augurado «exitosa». «Haré todo lo posible para que esto ocurra», ha añadido, en declaraciones traducidas por un intérprete.
El presidente estadounidense ha reiterado su convicción de que Corea del Norte «tiene un enorme potencial económico, increíble, ilimitado». «Creo que tendrá un tremendo futuro para su país y que será un gran líder y estoy deseando ver cómo ocurre y ayudar a que ocurra», ha añadido, dirigiéndose a Kim.
Preguntado por los periodistas presentes en la sala sobre si el líder norcoreano ha dado marcha atrás en su promesa de desnuclearización, Trump ha respondido con un rotundo «no», mientras que ha dejado abierta la puerta al anuncio del fin de la guerra que técnicamente mantienen los dos países. «Ya veremos», ha respondido al ser preguntado al respecto.
CENA DE TRABAJO
Los dos mandatarios han mantenido un breve cara a cara en solitario tras este saludo que se ha prolongado por espacio de alrededor de media hora. Posteriormente, los dos mandatarios han comparecido de nuevo brevemente ante la prensa en el inicio de la cena prevista entre ambos y que ha contado con la presencia de dos acompañantes por cada parte.
Según Kim, ambos han mantenido «un interesante diálogo». «Muchas cosas van a resolverse y llevarán a una situación maravillosa a largo plazo», ha confiado a su vez el presidente estadounidense respecto a sus expectativas de la cumbre. «Nuestra relación es una relación muy especial», ha insistido.
A Trump le han acompañado en la cena el secretario de Estado, Mike Pompeo, y su jefe de gabinete en funciones, Mick Mulvaney, mientras que por parte norcoreana han estado presentes el principal asesor de Kim en las negociaciones, Kim Yong Chol, y el ministro de Exteriores, Ri Yong Ho.
1 comentario
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Si Trump tiene razon, el gordito este en el fondo no es mal tio, y los coreanos son chuperfeliches con él. No les hace falta democracia. No como en Venezuela con el malote de maduro. No hace falta que vayan eurodiputados del PP ni Felipe Gonzales a Corea del Norte a reclamar democracia. La hipocresia de la politica de estado neoliberal.