Moscú utilizó su derecho de veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para impedir la aprobación del texto, respaldado por doce de los quince Estados miembros.
Según Rusia, EE.UU. planteó la iniciativa únicamente como un «pretexto» para justificar una posible acción militar, pues sabía que Moscú no iba a aceptarla.
El lunes, la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, había exigido al Consejo una respuesta al supuesto ataque químico del pasado fin de semana en Duma y había avisado de que, si Rusia la bloqueaba, su país estaba dispuesto a actuar por su cuenta.
Tras el veto ruso, Haley insistió en que el ataque de Duma no puede quedar sin respuesta, y acusó a Rusia de hundir la «credibilidad» del Consejo en su afán por defender al presidente sirio, Bachar al Asad.
«La Historia recordará que, en este día, Rusia eligió proteger a un monstruo por encima de las vidas de los sirios», dijo. La resolución propuesta por Estados Unidos preveía la puesta en marcha de un nuevo órgano internacional que investigue y atribuya responsabilidades por el uso de armas químicas en Siria.
EE.UU. y otros países llevan insistiendo en la necesidad de establecer una investigación de este tipo desde noviembre pasado, cuando Rusia vetó la continuidad del mecanismo conjunto de la ONU y la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) que tenía ese mismo cometido.
Moscú defendía que ese mecanismo era parcial y no tenía credibilidad, después de que los expertos señalasen al régimen sirio como responsable de varios ataques químicos en los últimos años.
Rusia respondió a la propuesta estadounidense sometiendo a votación su propia iniciativa para crear un nuevo mecanismo de investigación, que fue rechazada por el Consejo de Seguridad.
El texto ruso recibió seis votos a favor, siete en contra y dos abstenciones, por lo que no obtuvo el mínimo de nueve votos necesarios para salir adelante.
Según las potencias occidentales, la resolución de Rusia no crearía una investigación independiente ni serviría para atribuir responsabilidades. Rusia planteaba que el Consejo de Seguridad, donde tiene poder de veto, pudiese decidir qué expertos participarían en la investigación y controlar el resultado final de las pesquisas.
Según Haley, el único fin de la iniciativa era seguir protegiendo al Gobierno de Al Asad.
Tras los tensos momentos vividos, el Consejo de Seguridad volvió a ser escenario de numerosos cruces de acusaciones entre Estados Unidos, que responsabiliza al régimen sirio del supuesto ataque en Duma, y Rusia, que asegura que todo es un montaje.
El embajador ruso, Vasili Nebenzia, insistió en que EE.UU. no tiene ningún interés en conocer la verdad pues ya ha decidido el culpable y sólo busca justificaciones para actuar contra Siria. «Han estado buscando una excusa todo este tiempo», dijo Nebenzia a Haley.
Hace un año, EE.UU. atacó una base del Ejército sirio como represalia por otro ataque químico, en aquel caso en la localidad de Jan Shijún.
El presidente estadounidense, Donald Trump, prometió este lunes responder «contundentemente» a lo ocurrido en Duma y dijo que tomará una decisión en las próximas horas sobre posibles represalias.
Esa decisión está siendo consultada con Francia y el Reino Unido, que también insistieron hoy en la necesidad de actuar dado que Rusia no permite acciones desde el Consejo de Seguridad.
Este fue el duodécimo veto ruso sobre Siria desde que comenzó el conflicto y el sexto relacionado con el uso de armas químicas en el país.
El supuesto ataque químico de Duma será investigado sobre el terreno por una misión de la OPAQ, pero esa organización no dispone a priori de mandato para determinar quién estuvo detrás de lo ocurrido, sino únicamente para analizar los hechos.
1 comentario
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Yo debo confesar que ya me he perdido. Ya no sé quien lucha contra quien, ni quienes son unos u otros, ni nada de nada. Solo tengo clara una cosa y es que Rusia no dejará jamás que caiga El Assad, por intereses estratégicos, por lo siglos de los siglos...