Fotografía del 19 de julio de 2017 del tramo de la carretera Villa de Casas-Gildardo Magaña-Soto la Marina, en el estado de Tamaulipas (México), donde la ciudadana española Pilar Garrido presumiblemente fue secuestrada por un grupo armado cuando circulaba con su familia de regreso a su casa de Ciudad Victoria. | STR

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Las autoridades mexicanas anunciaron este martes la detención del esposo de la española Pilar Garrido, Jorge Fernández, como probable responsable del asesinato de la mujer, quien murió estrangulada.

En una rueda de prensa, el fiscal del norteño estado de Tamaulipas, Irving Barrios, indicó que hay «indicios suficientes» para considerar a Fernández como probable responsable del delito de homicidio y por ello un juez ordenó su detención.

Dicha orden fue cumplida este martes, dijo Barrios, quien detalló que Garrido «falleció a consecuencia de asfixia mecánica en su modalidad de estrangulamiento», y «presentaba lesiones tanto en nariz, cráneo y cuello».

Fernández denunció el 3 de julio pasado ante las autoridades que Garrido había sido secuestrada un día antes por dos sujetos armados cuando regresaban en coche con su hijo a Ciudad Victoria, tras disfrutar de unas vacaciones en el balneario de La Pesca.

En la investigación se acreditaron los tiempos recorridos por la familia desde su salida de La Pesca hasta que el vehículo llegó a la capital de Tamaulipas, y en este proceso, de acuerdo con el fiscal, se encontraron «diversas contradicciones» en lo declarado por el marido.

Estas contradicciones llevaron a las autoridades a «redireccionar la búsqueda», lo que permitió que el 26 de julio fuera hallada la osamenta de Garrido en un paraje del municipio de Villa de Casas.

Barrios señaló que los restos óseos continúan en la fiscalía, aunque ya se ha notificado a la madre de la víctima que «pueden trasladarlos cuando ellos (la familia) consideren necesario».

Aunque los estudios en materia genética forense realizados a la osamenta llevaron a la fiscalía de Tamaulipas a corroborar la identidad de Garrido, la familia pidió que se hiciera una segunda prueba de identificación en España, una vez que los restos fueran repatriados.