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El dirigente opositor ucraniano, Vitali Klitschkó, pidió anoche a los manifestantes prolongar hasta mañana sábado la tregua declarada en sus enfrentamientos con los efectivos antidisturbios para dar una oportunidad a las negociaciones con el presidente, Víktor Yanukóvich. «Os pido una tregua, una tregua hasta mañana. Para evitar un derramamiento de sangre son necesarias las negociaciones. Entiendo que esto no es fácil», aseguró el opositor dirigiéndose a la multitud congregada en las inmediaciones del estadio del Dinamo Kiev.

Klitschkó, que hizo este anuncio tras reunirse durante varias horas con Yanukóvich, insistió en que los principales objetivos de la oposición siguen siendo «la dimisión del presidente y del Gobierno».

Violencia

«Sólo ha sido la primera ronda de negociaciones. Yo no quiero a estas autoridades, pero tampoco deseo un derramamiento de sangre», dijo, citado por la prensa local. Según el opositor, Yanukóvich se comprometió a ordenar a las fuerzas de seguridad que se abstengan de hacer frente a los manifestantes mientras la tregua siga en pie. El líder del partido UDAR (Golpe) aseguró que las autoridades están dispuestas a poner en libertad a los más de cien detenidos durante los desórdenes de los últimos días, si los manifestantes respetan el cese de hostilidades.

El anuncio de Klitschkó fue recibido por los miles de opositores congregados en la calle Grushevski con división de opiniones, ya que algunos sectores consideran que la única vía de solución es la lucha callejera sin cuartel contra la policía. Mientras, las autoridades pidieron a los opositores que condenen las acciones extremistas de algunos grupos y les cuestionaron sobre si están capacitados para controlar a los manifestantes callejeros más radicales.

Además, también se abordó una posible amnistía y el desalojo por los partidarios de la oposición de los edificios públicos tomados en noviembre pasado. Los dos bandos enfrentados en Ucrania, manifestantes y antidisturbios, se dieron ayer una primera tregua tras cuatro días de enfrentamientos violentos, lo que permitió a la oposición abrir negociaciones con Yanukóvich.