La imagen de un Santiago Abascal convertido en vicepresidente del Gobierno se ha convertido en el gran revulsivo para movilizar al votante de izquierdas que se durmió en las elecciones de mayo. En España y en Menorca, donde PSOE y Sumar le sacan diez puntos a PP y Vox.
Pedro Sánchez ha perdido las elecciones, pero su resultado es mucho mejor de lo esperado, justo lo contrario de un PP que ha ganado pero queda por debajo de las expectativas. Feijóo pedía una mayoría suficiente para gobernar y no la tiene. Ni siquiera sumando a Vox, cuya compañía ahuyenta a cualquier otro socio.
La incapacidad para entenderse de PP y PSOE aboca al país a otra negociación con nacionalistas de toda condición, donde quién más tense la cuerda se llevará el gato al agua. Hasta que aguante.