Bartomeu Morell, Joan Ques, Abel Torrijo, Leyre Marqués y Guillermo Amengual. | Redacción Digital

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La campaña electoral llega a su recta final. Las elecciones del 23J se configuran como una confrontación de bloques, entre la izquierda, encabezada por el PSOE, y la derecha, por el PP. Nada está decidido y uno de los colectivos con mayor influencia en decantar el sentido del voto son los jóvenes. Las nuevas generaciones se quedan con lo último de la campaña; en referencia al PP, la mitad hacen referencia a la polémica desatada por los falsos datos con los que ha tratado de debatir Feijóo en los últimos debates y entrevistas televisadas. «Me parece una persona falsa y prepotente», sentencia Guillermo Amengual, uno de los vecinos entrevistados por Ultima Hora para pulsar la opinión de este colectivo con respecto a las principales propuestas electorales del PP, a cinco días de las elecciones. ¿Qué piensan los jóvenes?

Entre el escepticismo y la defensa de valores

«Iré a votar, pero aún no sé a qué partido. Desconfío bastante de todos. Las propuestas siempre suenan bien, otra cosa es que las hagan a cabo. Aunque gane el PP, tengo claro que no va a hacer todo lo que dice en el programa». Es la tónica de las primeras respuestas que ofrecen los jóvenes al preguntarles por las elecciones. La mayoría ejercerá su derecho al voto, pero, a cinco días de la cita con las urnas, muchos aún no lo tienen claro, como expresaba Bartomeu Morell, de 23 años. Eso sí, otra facción del colectivo, la que ya se ha decantado por una opción política, se muestra esperanzada y convencida en sus ideales.

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Guillermo Amengual, de 22 años, está dividido entre votar al PSOE o a Sumar. En su elección, sobre todo le pesa «que la derecha no gane» y no se produzca un gobierno de coalición entre PP y Vox. Las propuestas del PP le generan un casi total rechazo: «En temas sociales relacionados con el colectivo LGTBI, con la gente trabajadora, con las pensiones...No estoy de acuerdo en cómo ha trabajado el PP estos temas en el pasado y no quiero que se vuelva a seguir esa línea». La defensa de la cultura local y la política lingüística también le hacen recelar del partido. Uno de los temas en los que el partido recibe tanto más rechazo como aceptación es la política lingüística. En su programa electoral, el PP se compromete a «garantizar el equilibrio lingüístico en las CCAA con lenguas cooficiales». A Joan Ques, de 23 años, este punto es de los que mayor oposición le suscita: «Creo que la derecha siempre conlleva un retroceso en este aspecto». Sara Orellana, de 19 años, considera que el sistema lingüístico «no supone un problema tal y como funciona ahora, aunque desde fuera quizá no se ve así y se ve de forma distorsionada. No veo que sea una prioridad cambiarlo».

Por contra, Laura Albertí, de 18 años y estudiante de Derecho, se muestra muy partidaria de un cambio de políticas lingüísticas. Apuesta por que la lengua cooficial deje de ser requisito para obtener ciertas plazas públicas: «Hay profesionales que estudian en la Península y no vienen porque les exigen el catalán. Perdemos profesionales porque al final el idioma funciona como impedimento», argumenta.

Medio ambiente, la asignatura pendiente

Leyre Marqués, de 20 años, ya ha votado por correo. Lo ha hecho a Sumar, porque le gusta el discurso de Yolanda Díaz y cree que sus ideas son las más afines a las suyas. No se plantea depositar su confianza en el PP, en especial por su política lingüística, de vivienda y medioambiental. Su pareja, Abel Toriijos, también de 20 años, aún no tiene nada decidido, aunque acudirá a las urnas. Tras repasar el programa del PP, comparte ciertos puntos, como la bajada de impuestos o la tarifa 0 para autónomos durante el primer año, «aunque me echa para atrás el tema de que quieran mantener en activo las centrales nucleares». El mismo recelo sobre las centrales nucleares guarda Joan Ques, quien tampoco compra el punto del programa 'popular' de supresión de la excepción ibérica: «Creo que ha sido una buena medida y que se tendría que mantener».