Ambas versiones tienen sus propios usos en la cocina. | Freepik

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En España, el consumo de conservas de pescado representa un mercado de más de 2.000 millones de euros anuales. La elección entre atún al natural o en aceite genera un intenso debate entre consumidores y expertos en nutrición, donde cada formato presenta ventajas específicas según el objetivo nutricional deseado.

Beneficios del formato al natural

El atún al natural destaca por su bajo aporte calórico, aproximadamente un 50% menos que su versión en aceite. Los expertos señalan que una lata de 100 gramos al natural aporta cerca de 110 calorías, convirtiéndolo en la opción preferida para dietas hipocalóricas y planes de pérdida de peso.

Un aspecto menos conocido es su superior capacidad para conservar los ácidos grasos omega-3, fundamentales para la salud cardiovascular. Los estudios realizados en laboratorios españoles indican una retención hasta un 30% mayor de estos nutrientes esenciales.

Ventajas de la conserva en aceite

La versión en aceite, especialmente en aceite de oliva, aporta beneficios adicionales como mayor contenido en vitamina D y selenio. Los nutricionistas destacan que el aceite de oliva virgen extra potencia la absorción de nutrientes liposolubles y enriquece el perfil lipídico del producto.

La preocupación por el contenido en mercurio ha llevado a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria a recomendar un consumo moderado, estableciendo un máximo de 2 raciones semanales. Los niveles de este metal pesado varían según el origen y tamaño del pescado.

Los expertos sugieren alternar ambos formatos según el uso culinario previsto. Para ensaladas y platos fríos, el formato natural permite añadir aceite de oliva virgen extra de primera calidad. En preparaciones calientes, la versión en aceite puede resultar más versátil.