El caldo de huesos se trata de un alimento que se lleva haciendo desde tiempos ancestrales. | Freepik

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Con la llegada del invierno en España, las búsquedas de recetas que ayudan a elevar la temperatura corporal se intensifican. En este contexto, un plato milenario ha vuelto a cobrar protagonismo: el caldo de huesos, conocido por sus múltiples propiedades beneficiosas para la salud.

A pesar de su reciente auge, el caldo de huesos no es nuevo. Ha sido parte de numerosas culturas durante siglos, valorado por su capacidad para proporcionar un confort térmico y por su alto contenido en nutrientes esenciales.

Preparación y propiedades del caldo de huesos

La preparación de este caldo se centra en el uso de huesos de animales, que al ser hervidos permiten que el colágeno se libere paulatinamente. Este compuesto, tan apreciado en la cosmética y la alimentación, ayuda a mejorar la apariencia de la piel, las uñas y el cabello.

Además del colágeno, el caldo de huesos es una fuente rica en calcio, magnesio, vitaminas y minerales esenciales. Estos componentes juegan un papel crucial en el fortalecimiento de nuestros huesos y en el mantenimiento del sistema nervioso, según estudios de la National Library of Medicine.

Incorporar este caldo en la dieta diaria aporta beneficios digestivos significativos. La gelatina que se forma al cocinar los huesos mejora el revestimiento del tracto digestivo, lo que podría ayudar a reducir la inflamación asociada con enfermedades estomacales.

Los aminoácidos presentes, como la glicina y la arginina, poseen propiedades antiinflamatorias. Estos componentes podrían desempeñar un papel preventivo contra enfermedades crónicas como las del corazón, la diabetes y la artritis.

Más allá de un caldo: beneficios adicionales

El uso regular del caldo de huesos no solo fortalece los ligamentos y las articulaciones, sino que también podría contribuir al control del peso debido a su bajo contenido calórico. Esto, combinado con su capacidad para potenciar la masa muscular, hace que sea una opción atractiva para quienes buscan un equilibrio saludable durante el invierno.

Además, la glicina puede promover un mejor descanso nocturno. Estudios recientes indican que el consumo de glicina antes de dormir podría mejorar la calidad del sueño.