Lo importante es buscar un equilibrio con la renovación del aire sin que se pierda mucho calor. | Freepik

TW
0

Mantener una adecuada ventilación en el hogar durante el invierno es esencial para garantizar la calidad del aire interior y prevenir problemas de salud. Aunque las bajas temperaturas pueden desincentivar esta práctica, los expertos señalan que es fundamental renovar el aire diariamente para evitar la acumulación de contaminantes y regular la humedad.

Según estudios recientes, una ventilación de entre 10 y 15 minutos al día es suficiente para lograr un ambiente saludable en el hogar. Este breve periodo permite la renovación del aire sin provocar una pérdida significativa de calor en la vivienda. Además, se recomienda realizar la ventilación durante las horas más cálidas del día, como el mediodía, para minimizar el impacto del frío exterior.

La ventilación cruzada, que consiste en abrir ventanas en lados opuestos de la casa, facilita una circulación eficiente del aire, permitiendo una renovación más rápida y efectiva. Este método es especialmente útil en invierno, ya que reduce el tiempo necesario para ventilar y, por ende, la exposición al frío.

Es importante prestar atención a estancias como la cocina y el baño, donde se genera mayor humedad y concentración de contaminantes. En la cocina, se aconseja ventilar durante y después de cocinar para eliminar vapores y olores. En el baño, es recomendable abrir las ventanas después de ducharse para evitar la acumulación de humedad y la formación de moho.

Además de la ventilación natural, el uso de purificadores de aire puede ser beneficioso, especialmente en áreas con alta contaminación exterior. Estos dispositivos ayudan a eliminar partículas nocivas y mejoran la calidad del aire interior.