Se trata de uno de los debates más extendidos dentro del mundo del café. | Eye Em

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Cuando se trata de disfrutar un buen café, la elección del recipiente, ya sea vaso o taza, puede tener un impacto significativo en la experiencia. Las tazas, especialmente las de cerámica, son preferidas por muchos baristas y aficionados al café por su capacidad para mantener la temperatura de la bebida durante más tiempo. Además, la cerámica no altera el sabor del café, permitiendo que los matices de la bebida se mantengan intactos.

Por otro lado, los vasos, comúnmente de vidrio, ofrecen una ventaja estética. Permiten apreciar la riqueza visual del café, como las capas de un cappuccino o la espuma de un espresso. Sin embargo, el vidrio no retiene el calor tan eficientemente como la cerámica, lo que puede llevar a un enfriamiento más rápido del café.

La elección entre vaso o taza también depende del tipo de café que se sirve. Para un espresso o un cappuccino, la taza suele ser la mejor opción, ya que su diseño permite concentrar los aromas y conservar el calor. Para cafés con hielo o preparaciones frías, el vaso es más adecuado, no solo por su estética, sino también porque es menos propenso a romperse con los cambios de temperatura.

Además del impacto en la temperatura y el sabor, la elección del recipiente también influye en la sensación táctil al sostener la bebida. Las tazas, con su asa, permiten un agarre cómodo y seguro, mientras que los vasos ofrecen una experiencia más cercana y directa con el líquido, lo que puede intensificar la conexión con el café.