Los peces pueden ser vectores de enfermedades bacterianas | Freepik

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La pedicura con peces, también conocida como ictioterapia, ha ganado popularidad en diversos spas alrededor del mundo. Esta técnica implica sumergir los pies en un tanque de agua lleno de peces Garra rufa, que se alimentan de la piel muerta, dejando los pies suaves. Sin embargo, esta práctica no está exenta de riesgos para la salud.

¿Qué dicen los expertos?

Según varios estudios, la pedicura con peces puede ser potencialmente peligrosa debido a las infecciones que los peces pueden transmitir. Los peces Garra rufa pueden albergar una variedad de bacterias, incluyendo algunas resistentes a los antibióticos. Entre las enfermedades que se pueden transmitir están la fascitis necrosante y otras infecciones bacterianas severas.

Además, es común que no se cambie el agua entre un cliente y otro, lo que incrementa el riesgo de contagio. La falta de higiene adecuada en los tanques y la imposibilidad de desinfectar a los peces complican aún más la situación​​. En muchos lugares, los peces utilizados en lugar de los Garra rufa son los 'Chin Chin', que tienen dientes y pueden causar cortes en la piel, aumentando el riesgo de infecciones​.

Normativas y recomendaciones

La pedicura con peces ha sido prohibida en varios estados de Estados Unidos, Canadá y Europa debido a los riesgos de salubridad y la crueldad animal involucrada en el proceso​. La Agencia de Protección de Salud británica ha recomendado no descartar ninguna posibilidad de infección, aunque señala que el riesgo es bajo si se siguen ciertas medidas de higiene, como cambiar el agua después de cada cliente​​.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos también han emitido advertencias sobre esta práctica, destacando los riesgos de infecciones invasivas de tejidos blandos y la resistencia a los antibióticos de los patógenos presentes en los peces​​.

Aunque la ictioterapia puede parecer una forma exótica y natural de exfoliar la piel, los riesgos asociados a su práctica la convierten en una opción controvertida. La falta de normativas estrictas y el uso de peces no adecuados aumentan los peligros de infecciones severas. Por lo tanto, es recomendable optar por métodos más seguros y controlados de pedicura, como los realizados por profesionales en entornos higiénicos.