Esta pepita de oro, que actualmente tiene un vlaor estimado de 2,5 millones de euros, sorprendentemente, fue vendida por tan solo 12 mil euros. | Freepik

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En el año 1869, los mineros británicos John Deason y Richard Oates hicieron historia en Victoria, Australia, al descubrir la pepita de oro más grande jamás registrada, conocida como 'Welcome Stranger'. Este hallazgo tuvo lugar en Bulldog Gully y pesaba impresionantes 72 kilos, con un valor estimado en la actualidad de 2,5 millones de euros, aunque sorprendentemente, fue vendida por tan solo 12 mil euros.

El 5 de febrero de 1869, Deason y Oates desenterraron la gigantesca pepita utilizando un pie de cabra y la llevaron a Dunolly, donde fue pesada en el London Chartered Bank. La noticia de este descubrimiento causó un gran revuelo y la pepita tuvo que ser dividida en trozos debido a su tamaño.

Hoy en día, una réplica de la 'Welcome Stranger' se exhibe en el Museo Dunolly, mientras que un dibujo de la época proporciona un registro visual de este acontecimiento. En 2019, los descendientes de Deason y Oates se reunieron en el lugar del hallazgo para celebrar el 150º aniversario, recreando el momento histórico a través de una obra teatral y una fotografía conmemorativa.

A pesar del enorme valor histórico y económico de la 'Welcome Stranger', los descendientes de los mineros vendieron la pepita por una cantidad modesta de 12 mil euros hace algunos años. Hoy, se estima que podría alcanzar hasta 2,5 millones de euros debido a su valor como pieza de coleccionista y al incremento del precio del oro.

El lugar del hallazgo, Moliagul, conocido como el 'Triángulo Dorado', sigue atrayendo a buscadores de oro a pesar de ser ahora una comunidad remota. Esta área sigue siendo un símbolo de la fiebre del oro que marcó el siglo XIX, recordando una época en la que la fortuna podía encontrarse en la incansable búsqueda de minerales preciosos.

La historia de la 'Welcome Stranger' no solo destaca por su increíble tamaño y valor, sino también por el contexto histórico y cultural que representa. La fiebre del oro en Australia transformó vidas y comunidades, y este descubrimiento sigue siendo un testimonio de esa época dorada.