Solsticio de invierno 2023: Cómo nos afecta y qué rituales atraen buenas energías

Biológicamente, el solsticio de invierno afecta nuestro cuerpo de manera notable. La reducción de la luz solar altera nuestro sistema metabólico y hormonal, así como los patrones de sueño. La producción de melatonina, la hormona responsable de regular el sueño, depende directamente de la luz solar. Por lo tanto, durante el solsticio de invierno, es común sentir sueño más temprano debido a la oscuridad prolongada. Además, la serotonina, un neurotransmisor que regula el estado de ánimo y la sensación de saciedad, también se ve afectada. Esto puede conducir a un aumento de los antojos y un consumo de alimentos más elevado durante esta época.

En el plano psicológico, la falta de luz natural puede influir en nuestra disposición emocional. La disminución de la serotonina puede llevar a sentirnos menos motivados o incluso melancólicos. Estos cambios en el estado de ánimo son una respuesta natural a las variaciones estacionales y forman parte de nuestro proceso de adaptación al entorno. Para marcar este evento especial, acoger el cambio de estación y atraer buenas energías, se recomiendan tres rituales:

Cortarse el pelo: Simboliza dejar atrás el pasado y comenzar de nuevo, especialmente relevante si hemos vivido experiencias difíciles. Cortar al menos las puntas del cabello puede representar una liberación de las energías pasadas y un fresco comienzo.

Limpieza con salvia y canela: Este ritual ayuda a purificar el hogar y atraer energías positivas. Al quemar salvia se limpia el espacio de energías negativas, y la canela, asociada con la suerte y la abundancia, ayuda a infundir buenos deseos y positividad para el nuevo ciclo.

Lectura del tarot o del oráculo: Esta práctica es útil para la introspección y la orientación. Permite identificar aspectos de la vida que se deben dejar atrás y aquellos que se deben llevar adelante. La lectura puede revelar consejos y perspectivas para el nuevo año.

El solsticio de invierno es un momento de transformación y renovación. A través de rituales y una comprensión de su impacto en nuestro ser, podemos aprovechar esta época para reflexionar, liberar lo viejo y dar la bienvenida a nuevas posibilidades. Es una oportunidad ideal para pensar en nuestros propósitos de Año Nuevo y establecer intenciones claras para el futuro.