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De los animales con los que compartimos vida, los perros son, sin duda, los seres más sociables y con un lenguaje muy rico cuyo significado entendemos cada vez mejor. Sus señales de calma, los sonidos que emiten... Todo como parte de su gran esfuerzo por comunicarse con nosotros.

Sin embargo, muchas de las formas que tienen nuestros perros de decirnos cómo se sienten o qué necesitan, a pesar de ser gestos que coinciden con otros que encontramos en nuestro lenguaje y que tienen un significado concreto entre las personas, para los perros quiere decir algo diferente.

Por ejemplo, los lamidos o lametones que puedan darnos nuestros compañeros de cuatro patas, aunque a nosotros pueda parecernos un gesto de amor, en realidad, lo normal es que lo hagan por incomodidad o para pedirnos algo.

Este tipo de situaciones pueden llevarnos a preguntarnos qué otras formas de comunicarse son diferentes a las nuestras y a preguntas como la siguiente: ¿Lloran? ¿Cómo lo hacen?

El significado de las lágrimas de los perros

Si convivimos con perros, es fácil que en algún momento hayamos visto que a éste se le escapa alguna que otra lágrima de vez en cuando pero, ¿están éstan ligadas a sus emociones? La realidad es que no.

De la misma forma que nuestros ojos se vuelve llorosos cuando están secos, las lágrimas de nuestros perros sirven para lubricar y proteger su ojo ocular, lo que podría ser algo normal o, de forma exagerada, síntoma de alguna infección o enfermedad.

Pero, ¿significa esto que nuestros perros no saben llorar? La respuesta es no. Nuestros perros también lloran, aunque lo hacen de una forma más parecida a la que lo haría un bebé: produciendo sonidos similares al llanto humano, una mezcla de gemidos y aullidos.

Los perros pueden llorar durante minutos, horas e incluso días con el propósito de llamar nuestra atención y expresar su malestar. Sin embargo, entender lo que quieren comunicar puede ser todo un reto.

En el caso de ser cachorros, puede que lloren porque echan de menos a su madre, algo que puede ocurrir tras su separación al cumplir aproximadamente los tres meses de edad. También pueden llorar porque tienen hambre o porque simplemente están tristes.

El llanto también se puede producir si sienten ansiedad, soledad o si no se encuentran bien. En este último caso, debemos fijarnos si el llanto se produce en alguna circunstancia que se repite, como por ejemplo, al apoyar una pata, lo que podría significar que tiene una dolencia en la misma.