El bailaor Joaquín Cortés (c) realiza declaraciones este lunes a su salida de un hospital madrileño, acompañado por su tío Cristóbal (i) y su pareja Mónica (d). El coreógrafo ha permanecido ingresado varios días tras desvanecerse mientras jugaba con sus hijos. | MARISCAL

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«Casi me muero, pero gracias a Dios estoy aquí», ha dicho este lunes el bailarín Joaquín Cortés (Córdoba, 54 años) a su salida del hospital de La Princesa de Madrid donde ha permanecido ingresado desde el pasado 3 de abril tras sufrir un desvanecimiento mientras jugaba con sus hijos. «Llegue a urgencias con muy poca saturación de oxígeno en sangre, me encontraba cansado», ha contado el bailarín a las puertas del centro hospitalario. «Ha sido algo inesperado, algo surrealista, pensé que tenía gripe y casi me muero», ha asegurado el coreógrafo, quien recalca que «lo más importante es que estamos aquí». «Me habrán hecho más de veinte pruebas, he sufrido una neumología bastante grave», ha dicho el bailarín, quien señala que los médicos le han diagnosticado que desde niño ha sido asmático.

«Y casualmente, el baile ha sido mi antídoto, me ha salvado». «No tengo el alta definitiva, aún me quedan pruebas, los médicos están averiguando qué es lo que tengo», ha añadido el bailarín. Por suerte, «no he fumado en mi vida, soy un deportista de élite, apenas he bebido alcohol, alguna copa de vino en alguna comida». «Ha sido muy grave, un susto tremendo, pero no hay mal que por bien no venga, me han hecho una ITV entera y los médicos me han dicho que tengo una edad biológica de 20 años», ha contado Cortes. «Todavía no estoy curado, estoy mejor. El baile me ha salvado y me seguirá salvado; espero durar unos cuantos años más y llevar la cultura española por todo el mundo», ha recalcado el bailarín con 42 años de experiencia.

«Los médicos me han dicho que soy un portento físico», añade Cortés que ha agradecido a todo el personal del hospital el trabajo y el trato que ha recibido. «Tenemos una sanidad pública maravillosa, muchos países nos envidian». Con tranquilidad, pero sin pausa, Cortés retomará la actividad. «No puedo hacer el bestia, tengo que estar un par de semanas tranquilas para recuperar mis pulmones al cien por cien». A mediados de julio empieza una gira mundial en Nueva York. «Me lo tomo con sentido del humor, podría estar muerto, he vuelto a nacer», concluye el artista que desea retomar su actividad para subir a las tablas con su espectáculo «Esencia».